miércoles, 16 de marzo de 2011

Valencia en fallas: la ciudad sin ley


¡¡Hay que ver cómo cambian las relaciones de poder en Valencia cuando son fallas!!
Las calles son cortadas por fallas y carpas gigantes con música, que muchas veces saltan por encima de los decibelios permitidos, y suenan a todas horas; cortan hasta las entradas y salidas de las ambulancias en los servicios de urgencias de algunos ambulatorios, como el de la calle alboraia; la gente tira petardos sin mirar si pueden hacerlo por la edad permitida (aunque soy consciente que algunas veces es un poco extraño ver que para tirar chinitos tengas que tener 12 años), sin respetar a la gente que pasa, ni la famosa distancia de seguridad; l@s faller@s haciendo sus desfiles cortan el tráfico, y lo fuerte es que no hay ningún accidente (los que circulen o hayan circulado por Valencia sabrán de lo que estoy hablando)...
Pero, también es cierto que las fallas son las fiestas de las bandas de música, muchas de ellas ya tocan en la calle porque no han sido contratadas y de las fallas, por supuesto. Aún así, todos los aspectos positivos de las fallas, quedan colapsados por la cantidad de "merde" que se lanza al aire y al suelo. También es verdad que con la cantidad de plástico, vidrio y demás que se tiran todos los jueves en los macrobotellones, no tendría que hablar tanto de las fallas, pero bueno.
Lo cierto es que l@s faller@s se convierten en los dueños de Valencia, junto con los vendedores de churros (pero estos no arman tanto escándalo). Que nadie se enfade conmigo, sólo digo lo que veo. Se cortan las calles (espero que con permiso del ayuntamiento), ponen música muy alta, se dedican a tirar petardos de bastante peso acústico (por decirlo así), y cortan media Valencia durante la ofrenda de la Virgen. Gracias a ellos y a su esfuerzo por recoger fondos se plantan las fallas, a las que acuden cientos de miles de turistas, los que consumen miles de euros en churros, bebida, hoteles, patatas fritas, gofres... Pero, no por ello tienen que estar siempre por encima del resto de ciudadanos, que también pagamos impuestos y tenemos derechos. Porque, si no tienes trabajo, puedes huir (si tienes una segunda residencia o familiares en algún pueblo), pero si te quedas trabajando...
Alguien dirá "si son cuatro días", y sí son cuatro días.
A mí me encantan las fallas, pero creo que mi problema es que no estoy entre los elegidos, dentro de cualquier falla, y por lo tanto, no se me permite saltarme un poco la legalidad y estar ejerciendo poder durante cuatro días.
Ese es mi problema, en otra vida (porque no tengo dinero para pagarme trajes de fallera, cuota de socio, vender lotería, vender bebida durante las fallas...) quiero ser fallera y dominar Valencia durante cuatro días, y así, por fin, ejercer poder que de otra manera no puedo.

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