"No estoy de acuerdo con tu opinión, pero defenderé hasta la muerte el derecho a expresarla", Voltaire. Espero encontrar muchas opiniones, gracias por vuestro tiempo. Porque... ¿qué sería un mundo sin política?
jueves, 23 de junio de 2011
El gobierno de... la economía
viernes, 17 de junio de 2011
"Somos la levadura que levantará a la masa"
miércoles, 8 de junio de 2011
Los pepinos españoles... esos grandes desconocidos
Un día, mi profesor de Teoría de la Elección Pública (optativa) preguntó: ¿por qué hay tanto revuelo con lo de la caída de ventas de los coches y no con la industria agroalimentaria? Me temo que todos nosotros caímos, y empezamos a hablar de diferentes aspectos. Yo, por mi parte, hablé de los grupos de poder relacionados en cada uno de los sectores: agricultura, tractores, abonos por un lado; multinacionales de los coches y sus derivados, industria petrolera por el otro. Si lo ponemos en la balanza la agricultura vuela de la balanza. Mi profesor, sorprendentemente, no me hizo caso, y nos dijo que el sector agro-alimentario e España estaba muy mal valorado, y que sí que tenía poder económico, en lo que respecta a empleos, cifras de exportación...
Y, ¿esto a qué viene? Pues, lo cierto es que me acuerdo todos los días de este profesor cuando veo en las noticias cómo se está desarrollando el "conflicto de los pepinos españoles". Además de las connotaciones que cada uno quiera ponerle, me parece un duro golpe. Ya no solo para los agricultores, que están perdiendo todo lo que invirtieron en semillas, abonos, agua (aunque, antes de la crisis le pagaban el kilo de pepino a 0'17 euros), sino por todos los productores de la agricultura de exportación de verduras en general, afectadas también.
Ante un aviso falso de lo que podríamos decir una presienta de Comunidad autónoma alemana, de que la bacteria e coli (que, acordémonos, está causando varias muertes y que varios hospitales estén colapsados de enfermos), señaló a los pepinos españoles de la causa. De repente, dejaron de comprar pepinos españoles en Alemania, Francia y sobretodo Rusia, una gran cliente. Todo el mundo hizo caso a la todopoderosa Alemania.
Al investigar, se dieron cuenta que no eran los pepinos españoles los causantes de esta bacteria mortífera, o al menos no de la mutación causante de todos los muertos y heridos graves. Nadie pidió perdón. Hicieron lo que tenían que hacer. Cuando estudias a la Unión Europea te dicen que entre los países no puede haber denuncias, o al menos estaba pensada para que así fuera, con lo que no hay un Tribunal para investigar los delitos de países miembros. Como siempre, la teoría no es lo mismo que la práctica.
Entiendo que se pusieran nerviosos con la situación que tenían entre manos, pero señalar a los españoles como los causantes de toda la crisis es escandaloso. Es más, me suena incluso a esos liberales de países del Este y Norte de Europa que no piensan pagar "la fiesta griega" de sus bolsillos. ¿Esto es consecuencia de la concepción de los P.I.G.S. (para quienes no lo sepan, está pensado para que todos piensen que los cuatro países que formamos parte de esta palabra somos unos cerdos, en todo. Los países son: Portugal, Italia, Grecia y España)? Lo más seguro es que sí. Y es muy triste, porque siendo miembros de la misma Unión Europea, tenemos las mismas normas de calidad, de seguridad, de trabajo agrario que todos los países que nos han negado la compra de los diferentes productos agrícolas. ¿Por qué se empeñan en hundir nuestra reputación? ¿No tienen bastante con el hundimiento de Grecia y de Portugal?
Para que nadie se asuste, a esos "ellos" a los que me dirijo son, por un lado, los especuladores (esos siempre están por ahí aunque no haya supuestas crisis, ya las crean ellos) y los países de Europa Central, tan orgullosos de su desarrollo económico (independientemente de la gran capacidad innovadora de los alemanes de la calidad de su trabajo, muy mal tiene que ir el desarrollo económico de estos países si consiguen que las grandes empresas de automóviles, por ejemplo, las mismas que actúan aquí, tiendan a mantener los empleos en Alemania mientras en los famosos pigs se dediquen a realizar ERES...), de sus valores democráticos (mientras se dedican a tirar a ciudadanos europeos, como son los rumanos). No estoy pidiendo que Alemania se arrodille ante nosotros, o que haga lo propio con Rusia, nuestro mayor cliente en prácticamente todo lo que del sector primario se extrae, para que vuelvan a confiar en nosotros. Simplemente, que se comprometa con nuestro sector agrario, que pague de su bolsillo la indemnización (más de los 150 millones que han prometido), que se comprometan a seguir comprando nuestros productos, que haga ella la promoción de estos productos ante toda Europa y que, por supuesto determine de dónde ha salido la famosa bacteria, para aclarar la situación. Que lo pague la Unión Europea es como pagarlo nosotros, porque también la financiamos.
Aún así la situación no volverá a ser la misma. Me sorprende que todas las sospechas siempre vayan a los mismos sitios. No me gustaría pensar que hay intereses ocultos detrás de la acusación (que los hay, por cierto), pero esto ha ayudado a que entrasen productos de terceros países con convenio de colaboración con nuestra encantadora Unión Europea que, me temo, no cumplen los mismos requisitos.
No quiero que me consideren una nacionalista española, aunque me siento más española que los que se llenan la boca con ello, pero estoy pensando en las consecuencias en la agricultura, en la imagen de España, en que nos consideren siempre como unos retrasados y catetos, en las consecuencias que tiene eso en nuestra vida cotidiana...
En fin, para una ciudadana europea, como me gusta decir a mí, cada día me estoy convirtiendo en más euro-escéptica. Y no porque yo quiera, sino por asuntos externos, como son las acciones y actitudes de los países de la Unión, de los que pensaba que se conseguiría acabar con los paraísos fiscales, una unión real entre ciudadanos, un mercado limpio, un ámbito de trabajo mejor; pero desde la cual solo nos llegan quejas de insalubridad, quejas de la falta de competitividad, y lo último, la posible reducción de las cuotas de la Seguridad Social...
Sólo he de decir que ¡el pepino está mejor que todas las choukrutes del mundo! Y que, al menos a nivel nacional, se intente consumir pepino, lechuga y tomate de nuestros productores. Y si es ecológico, mejor que mejor. Por otro lado, esperemos que las mutaciones de la bacteria (dicen que es humana, no animal) no sea por culpa de los Organismos Modificados Genéticamente... Yo me entiendo.