domingo, 9 de diciembre de 2012

Aniversario de la Constitución... ¿y modificación?

Hace unos pocos días fue el aniversario de la actual Constitución española (de 1979). La celebración fue empañada por la situación económica, el malestar de los/as ciudadanos/as con los/as políticos, con los recortes, con los casos de injusticias y demás preocupaciones. Y, como en casi todos los aniversarios de la Constitución que recuerdo (tampoco son muchos), se ha pedido una nueva, más democrática, más justa, más social en definitiva. De golpe, todos (o al menos muchos) hemos recordado el pasado de la Constitución, su escritura más cerrada, fruto de las circunstancias de la Transición (con amenazas de golpe de Estado incluidas). Muchas opiniones se resumían en esto: 
Pues bien, el hecho de modificar la Constitución es una buena idea, además de necesaria para solucionar todos los agujeros de ésta e intentar acercarla a un modelo más ideal. Pero, ¿sería bien acogida una reforma de la Constitución en estos meses? ¿En la situación actual los/as ciudadanos/as estarían contentos de reformarla? En muchos casos sí, claro. Pero, el problema es que muchos estarían en contra, "promocionados" por medios de comunicación que insistirían en la necesidad de terminar con la crisis antes que dedicarse a una "cuestión menor" (ya veo los titulares). En una clima como el actual, puede que la Constitución se transformara en algo peor de lo que es en la actualidad. Con esto no quiero decir que no se cambie la Constitución. Es necesaria otra, mejor, que trate el tema territorial, los derechos ciudadanos y ya de paso la corrupción y el blanqueo de capitales (sí, debería estar por Ley, pero mejor en la Constitución, aunque nunca se vaya a plantear). Pero, cabría la posibilidad de que tuviéramos una asamblea constituyente más bien continuista (por no decir conservadora). 
Pensemos en un segundo en los pasos a seguir: primero, disolución de las cortes y nuevas elecciones. De una parte, el actual gobierno no dejará "ir" su mayoría tan fácilmente, ya que esta le permite llevar a cabo sus "reformas". Por otro lado, nuestro otro Gobierno, el europeo (o el de los mercados, más bien) presionaría para que no fuera así. Y,en las nuevas elecciones, ¿qué saldría? O, mejor dicho, ¿qué pesaría más? ¿El descontento por las medidas de ahorro y con la clase política en general? ¿O las ganas de renovar la vida política, cambiarlo todo desde su fundamento (al menos teóricamente)? No sabría decirlo. En España solo hemos tenido una elección de cortes constituyentes y tuvo mucha participación, pero era la primera de la democracia. ¿Se repetiría otra vez esto? Me encantaría pensar que sí. Y, posiblemente pasaría. Pero, con una abstención tan alta como en el resto de elecciones, saldrían unas Cortes constituyentes mayoritarias. 
Después, la escritura de la Constitución. No me imagino que se eligiera un método participativo para la misma, del tipo votar (al menos algunos artículos) por cada uno de los artículos y después continuar con la escritura de la Carta Magna. Por una parte, porque tendría inconvenientes, como que tuvieran mayoría de votos dos artículos contradictorios. Y, después, porque habría problemas de comprehensión de la manera de votar (o no), y para solucionarlo se tendría que dedicar más dinero a la información de los/as votantes. Además, está el tema de la estructura territorial: ¿cuánto tiempo se tardaría en solucionar este tema? ¿Habría voluntad de cambiar el actual sistema para mejorarlo (y no convertirlo en uno centralista o en una copia con parches)? Depende de los resultados, claro. Finalmente, los derechos y libertades, ¿saldrían reforzados o a causa de la crisis se "recortarían" sutilmente? Las Constituciones son fruto de su tiempo, y este sería un problema. 
Bien, ¿cuánto tiempo estaríamos escribiendo el texto constitucional? Bastante (mínimo un año). Y esto no sería negativo (al menos en principio), si después tuviéramos una Constitución digna y completa, sin puntos sombríos, con un consenso grande sobre los puntos fundamentales de la organización del Estado y de los derechos y libertades. Pero, claro, ¿y las presiones exteriores? ¿Y mientras tanto qué pasaría con la deuda, etc.? Personalmente, la perdonaría y haría que el Banco Central Europeo fuera de verdad un Banco Central y no una factoría de reproducción de tiburones financieros. Pero, eso es otro tema. Mientras hubiera una Asamblea constituyente, tendríamos un Gobierno provisional, que, en principio, no debería intervenir ni influenciar al otro poder. Pero, teniendo en cuenta cómo estamos en la actualidad, habría influencias, y muchas. Entre ellas, con la deuda soberana. 
Esto no significa que se tuviera que ceder. Ojalá fuera un poder constituyente con valor, lo suficientemente nuevo e independiente para dejarse influenciar. Pero, ¿en la actualidad tenemos la posibilidad de tener ese poder? Viendo los partidos mayoritarios (excepto muchas excepciones, pero no las suficientes), por ahora no. 
Con todas estas dudas no quiero dejar cerrada la puerta a una reforma, totalmente necesaria, sino a una mejora y una gran reflexión sobre lo que significaría. Además, se necesitarían otros cambios antes o simultáneamente. Por ahora vamos por el buen camino: la ciudadanía está movilizada como nunca (siempre se puede estar más), las asociaciones de reivindicación de derechos tienen una nueva fuerza y legitimidad (hablo de Stop deshacios, por ejemplo), nuevos partidos cogen fuerza, otros se renuevan o pretenden hacerlo. La nueva Constitución llegará (cada vez más gente lo demanda, hay que escucharla solo), espero que sea pronto, eso sí. Pero, sin prisas, sin presiones (uno de los problemas de la actual) y con un papel importante de la ciudadanía. Si no se cumplen estos requisitos, mejor no empezar con una mala modificación. Pero, los requisitos se cumplen gracias a nosotros/as, así que no hay que esperar que se mejoren solos...