Esta semana se ha hablado mucho de la suspensión de la votación sobre el Tratado Transatlántico de Inversiones y Comercio (TTIP en inglés). Lo cierto es que no se habla mucho del mismo, hecho que sorprende por las consecuencias que puede llegar a tener en nuestra vida cotidiana, así como todos los derechos que los/as consumidores/as disponemos por estar en Europa. Ni siquiera hoy mismo, en los Desayunos de TVE conectando desde el Parlamento Europeo se ha explicado exactamete qué se supone que es eso.
La explicación del TTIP por Equo Sevilla |
Dependiendo del representante que hablase, este Tratado era o una manera de mejorar estratégicamente la posición de europa en el mundo (todo positivo, vamos), o la mejor manera de esquivar las legislaciones nacionales y mejorar, así, la posición de las multinacionales frente a los Gobiernos o supra-obiernos, como la Unión Europea. Ni siquiera el vicepresidente de la Eurocámara dijo nada sobre le tema. Algo especial, sin duda. (No he podido incrustar el vídeo (parece que hay un error de código), pero podéis mirarlo aquí)
Pues bien, el TTIP es un tratado que pretende facilitar los intercambios comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea. ¿Cómo se haría? Pues igualando las condiciones tanto laborales como de producción a los dos lados del Atlántico. Así, los transgénicos serían permitidos, sin necesidad de señalizarlo en las etiquetas, se podría comercializar pollo u otras carnes lavadas con cloro (algo muy común en EEUU), estas carnes pueden ser tratadas con anabolizantes y otras sustancias, etc. Sobre lo último, ya se trata a nuestro alimento con estas pastillas, sin embargo, sí que está más regulado. No sólo en temas de alimentación, sino también en regulación ambiental, de ruido, e, incluso, las condiciones y derechos laborales. Siempre a la baja, claro.
Pero, lo que más alarmas ha casuado un organismo que realiza la mediación entre empresas y Estados. Creado en principio para garantizar los derechos de propiedad para las empresas con actividad en países donde no se garantiza la seguridad jurídica, estos sistemas internacionales de mediación hacen que estos dos actores solucionen sus disputas cara a cara frente a decisiones de un Estado respecto a la actuación de esta empresa. Pero, no funciona en el sentido opuesto. Si un Estado tiene algo que decir seguirá su normativa nacional o, llegando el caso, a Tribunales Internacionales, pero no a este tribunal especial. En realidad, se ha utilizado "contra" Estados con tan pocas garantías democráticas como Canadá, por poner un ejemplo. Estoy hablando con ironía, claro.
Lo peor de todo no es esto, que también, sino la manera en que se ha llevado a cabo su negociación. Ha sido secreto, revelado en un principio no sé muy bien por quién, sinceramente. Durante mucho tiempo, los/as eurodiputados/as sólo pudieron acceder a los documentos firmando una cláusula de confidencialidad, sin poder entrar ningún tipo de cámara, entre otras muchas cosas. ¿Por qué hacerlo todo secreto si no hay nada malo dentro del mismo? Puede que sí que haya puntos oscuros, entonces. no digo que únicamete por hacerlo secreto sea malo, sino porque sus defensores/as se han centrado en todo lo bueno que traerá consigo, lo perfecto que es. Y, para ello, se tiene que lograr sin cumplir con la publicidad necesaria en cualquier norma o tratado.
Pero, ¿cuál ha sido la posición de cada uno de los grupos políticos? Pues bien, por ahora están y han votado a favor el partido conservador, el socialista y los liberales. Sin embargo, quedan fuera el grupo de izquierda de los pueblos y los Verdes (y con razón). Sin embargo, a última hora y frente a la presión social vía firmas, iniciativa legislativa europea, etc. los socialistas han cambiado su postura actual. ¿No les costaría rédito electoral estar a favor de un documento que genera tanto rechazo (aunque nunca el suficiente)? Lo cierto es que, según parece, esto es lo que ha provocado que se suspendiera la votación. Unos dicen que fue la presión ciudadana, otros que los socialistas les entró la fidelidad democrática de repente y otros afirman que es un movimiento contra las negociaciones que se han desarrollado hasta ahora y que, según afirman, iban en la dirección de reducir los beneficios de las multinacionales.
Lo único que sé es que el TTIP no es un tratado al uso, sino todo lo contrario. Se pretende que sea la recuperación económica de Europa y que ésta vuelva a estar en el centro del sistema económico mundial. No ha sido así con otros tratados entre Estados Unidos y otros países, por ejemplo, Canadá y México. Es triste que no se haya abierto la discusión a más ámbitos y que ahora se pretenda que es lo mejor para todos cuando todo se ha tratado en secreto, a espaldas de la ciudadanía.
Como siempre, la presión de la ciudadanía ha hecho que, por lo menos, se piense en cambiar la postura de algunos grupos políticos. ¿Será esto suficiente para que no se firme? No lo creo, aunque lo espero.
Más información:
http://noalttip.blogspot.com.es/p/manifiesto.html
Pues bien, el TTIP es un tratado que pretende facilitar los intercambios comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea. ¿Cómo se haría? Pues igualando las condiciones tanto laborales como de producción a los dos lados del Atlántico. Así, los transgénicos serían permitidos, sin necesidad de señalizarlo en las etiquetas, se podría comercializar pollo u otras carnes lavadas con cloro (algo muy común en EEUU), estas carnes pueden ser tratadas con anabolizantes y otras sustancias, etc. Sobre lo último, ya se trata a nuestro alimento con estas pastillas, sin embargo, sí que está más regulado. No sólo en temas de alimentación, sino también en regulación ambiental, de ruido, e, incluso, las condiciones y derechos laborales. Siempre a la baja, claro.
Pero, lo que más alarmas ha casuado un organismo que realiza la mediación entre empresas y Estados. Creado en principio para garantizar los derechos de propiedad para las empresas con actividad en países donde no se garantiza la seguridad jurídica, estos sistemas internacionales de mediación hacen que estos dos actores solucionen sus disputas cara a cara frente a decisiones de un Estado respecto a la actuación de esta empresa. Pero, no funciona en el sentido opuesto. Si un Estado tiene algo que decir seguirá su normativa nacional o, llegando el caso, a Tribunales Internacionales, pero no a este tribunal especial. En realidad, se ha utilizado "contra" Estados con tan pocas garantías democráticas como Canadá, por poner un ejemplo. Estoy hablando con ironía, claro.
Lo peor de todo no es esto, que también, sino la manera en que se ha llevado a cabo su negociación. Ha sido secreto, revelado en un principio no sé muy bien por quién, sinceramente. Durante mucho tiempo, los/as eurodiputados/as sólo pudieron acceder a los documentos firmando una cláusula de confidencialidad, sin poder entrar ningún tipo de cámara, entre otras muchas cosas. ¿Por qué hacerlo todo secreto si no hay nada malo dentro del mismo? Puede que sí que haya puntos oscuros, entonces. no digo que únicamete por hacerlo secreto sea malo, sino porque sus defensores/as se han centrado en todo lo bueno que traerá consigo, lo perfecto que es. Y, para ello, se tiene que lograr sin cumplir con la publicidad necesaria en cualquier norma o tratado.
Pero, ¿cuál ha sido la posición de cada uno de los grupos políticos? Pues bien, por ahora están y han votado a favor el partido conservador, el socialista y los liberales. Sin embargo, quedan fuera el grupo de izquierda de los pueblos y los Verdes (y con razón). Sin embargo, a última hora y frente a la presión social vía firmas, iniciativa legislativa europea, etc. los socialistas han cambiado su postura actual. ¿No les costaría rédito electoral estar a favor de un documento que genera tanto rechazo (aunque nunca el suficiente)? Lo cierto es que, según parece, esto es lo que ha provocado que se suspendiera la votación. Unos dicen que fue la presión ciudadana, otros que los socialistas les entró la fidelidad democrática de repente y otros afirman que es un movimiento contra las negociaciones que se han desarrollado hasta ahora y que, según afirman, iban en la dirección de reducir los beneficios de las multinacionales.
Lo único que sé es que el TTIP no es un tratado al uso, sino todo lo contrario. Se pretende que sea la recuperación económica de Europa y que ésta vuelva a estar en el centro del sistema económico mundial. No ha sido así con otros tratados entre Estados Unidos y otros países, por ejemplo, Canadá y México. Es triste que no se haya abierto la discusión a más ámbitos y que ahora se pretenda que es lo mejor para todos cuando todo se ha tratado en secreto, a espaldas de la ciudadanía.
Como siempre, la presión de la ciudadanía ha hecho que, por lo menos, se piense en cambiar la postura de algunos grupos políticos. ¿Será esto suficiente para que no se firme? No lo creo, aunque lo espero.
Más información:
http://noalttip.blogspot.com.es/p/manifiesto.html