Mirando las revistas de moda, los anuncios de televisión (tan veraniegos, ellos) e incluso las noticias y diferentes programas veraniegos, me pregunto: ¿qué tipo de mujer se vende en la televisión?
Pues, una mujer guapa, esbelta, occidental (¡por supuesto!), a poder ser joven (o que lo parezca), con un pelo brillante, un cuerpo ideal... vamos, divina. Sólo hay que ver las pasarelas, pero no solo ellas, en todas partes aparecen así: en los dibujos animados, en las series infantiles, en el manga (eso es paradigmático xD), en los informativos, en la prensa, en la publicidad...
Para contrarrestar esta tendencia de belleza prototipo, de repente, han aparecido unas cuantas mujeres con curvas y algunos modistos y modistas incorporan en las pasarelas a modelos con cierto sobrepeso. No estoy en contra de eso, porque es normal ha de haber de todo un poco, pero entonces, ¿qué sucede? A las mujeres se nos da a elegir entre la divinidad y lo material, algo peligroso y extraño. Si sólo observamos dos extremos de la cadena, nos quedaremos sólo con una dicotomía, y la gente tenderá a elegir a la parte divina de ésta, la que se acepta más.
Con todo esto, ¿yo dónde se supone que estoy? Yo estoy orgullosa de mí misma, pero al mismo tiempo, como todo el mundo me siento muy diferente y muy lejos del ideal (personalmente, no es malo), de ambos "ideales". No soy ni esbelta, ni alta, tengo rasgos chilenos, no tengo el pelo sedoso todos los días, soy patosa, tengo ojeras (nada que no se pueda reparar), con una forma de cuerpo muy lejana al triángulo o al rectángulo (es decir, hombros más grandes que la cintura y a la misma altura (con cintura fina, por supuesto), respectivamente) y mucho menos al diábolo (tan característico de Beyoncé)... Pero, tampoco estoy en el otro extremo. Tengo la suerte de estar ligeramente sobre mi peso ideal. Entonces, ¿en qué sitio me sitúo yo? Por mucho que busco, no encuentro a ningún referente en los medios de comunicación, ni en la política... lo cual me da más singularidad, pero al mismo tiempo, me hace sentir extraña, diferente. Yo tengo la suerte de saber cuál es mi cuerpo y de quererlo, pero hay muchas personas que no les pasa lo mismo, o incluso que lo quieren, pero se ven enormemente influidas por los parámetros actuales.
Así, conseguimos que haya miles de personas que no quieran a su cuerpo, que baje su autoestima, que se queden relegadas o en un caso extremo que caigan en la anorexia. ¿Y todo esto para qué? Para que las tiendas de moda (que muchas de ellas no tienen ni una 44, y la ropa está hecha para gente con poco pecho, delgadas, con vientre plano...), las cosméticas, por no hablar de las de cirugía estética se enriquezcan a costa de nuestra autoestima. Esto en los países occidentales, pero no sabéis lo extraño que me pareció ver un anuncio de Nivea en medio de Marruecos con la foto de un chico alemán, cuando los marroquíes son de piel oscura. No hay quién entienda nada.
Muchos y muchas me dirán que hay tiendas que utilizan a modelos de diferentes etnias (decir razas, no me gusta nada. Hay una raza, la humana), bien. ¿Cuándo has visto a personas negras que no tengan los rasgos suavizados en un cartel publicitario? ¿Cuándo se ve a modelos de tallas normales y no se las incorpora en "tallas grandes"? Yo os juro que encontrar pantalones y faldas me resulta mortal. Para tener una 42 tienes que ser (mínimo) de 1'80 de altura, cuando yo rondo el 1'60.
Me resulta extraño que nos centremos en el físico, y no incorporar el tema de la salud. Tú puedes estar muy sano, y no estar dentro de los parámetros de belleza actuales. En cambio, puedes estar dentro de dichos parámetros, pero tener algún problema de salud. Claro, o no. no estoy diciendo que todos l@s guap@s tengan problemas, ni que el resto sean sanos.
Tenemos que estar sanos, y eso es lo importante. ¿Qué más da que no seamos unas divinidades andantes, si estamos de acuerdo con nuestro cuerpo? No a todo el mundo le gusta el prototipo establecido. Si todos terminamos pareciéndonos, ¿qué gracia va a tener este mundo?
Centrémonos en las capacidades y en los puntos fuertes de las personas, no en su físico. Porque, si ahora de repente se pusiese de moda ser negro, ¿nos cambiaremos el color de la piel?.
Al igual que hablo de mujeres, podría hablar de hombres, que también están sometidos a los criterios de belleza establecidos, pero tienen la gran suerte de aún no estar bombardeados, como lo estamos nosotras.
Para terminar, pondré unas frases de una canción de L'Ham de Foc, "Voldrien", que se podría aplicar perfectamente aquí:
Voldrien una reina y la reina vol parracs, falda vella i meravella al cap d'alba...
(Querrían una reina y la reina quiere harapos, falda vieja y maravilla al amanecer)
Voldrien un bell príncep, tan ferotge que un lleó i el príncep, innocència se li trenca el cor...
(Querrían un bello príncipe, tan fiero como un león y el príncipe, inocencia, se le rompe el corazón)
Ens tallaran les mans. (nos cortarán las manos)