Lo cierto es que el anuncio me inspiró, aunque tenga miles de errores para mi gusto (para resumirlos, diré solamente que tendría que ser "ciudadanos de una lugar llamado mundo occidental"). Ser ciudadano/a, y además del mundo es complicado. Bueno, tanto como complicado no, pero un poco estresante y quemador de conciencias, sí. Para muestra yo, que me sentía europea, pero que cada vez siento que Europa no existe, es simplemente un continente o un mercado común, nada más.
El ciudadano (masculino genérico) es aquella persona que tiene derechos y deberes en un determinado territorio, en el caso de este artículo sería global. Lo que tendría que pasar con la globalización, en teoría. Lo cierto es que solo con el movimiento del 15 m nos hemos dado cuenta que podemos ser ciudadanos de otra manera, que debemos ser ciudadanos, con deberes. Porque los derechos los tenemos claro todos (los vamos proclamando en cualquier discusión entre amigos, pero no en los lugares que se debería), aunque con la famosa crisis internacional nos los están quitando a marchas forzadas. Pero, nosotros, ciudadanos del mundo Occidental, somos unos privilegiados... aunque tengamos muchas cosas por mejorar, en eso me imagino que estamos todos de acuerdo.
Hay millones de personas que no se pueden considerar ciudadanos, ni siquiera personas. Pensemos en la gente del cuerno de África. Mientras nosotros tiramos calabacines y demás verduras (ojo, no critico a los agricultores, a los que les pagan por debajo del coste de producirlas), hay millones de gente que van a morir en los próximos años, incluso miles de niños, por culpa de la sequía de esa zona. ¿Qué especie de ciudadanos se pueden considerar si ni siquiera tienen el derecho de sobrevivir?
Mientras tanto, aquí, en el mundo "desarrollado", todas las noticias se centran en la crisis finanaciera y económica, por culpa de los movimientos especulativos tanto de bancos, como de particulares (recordemos la burbuja inmobiliaria), de ciudadanos que buscaron únicamente el beneficio personal, llevándose por delante a otros miles de personas. Dentro de esto, he de decir, que para mí ser ciudadano/a es, sobretodo pagar los impuestos. Porque es lo mínimo que se estableció para tener un Estado moderno: todo funciona con nuestros impuestos, y es necesario que se paguen para que todo funcione, desde la policía, el tráfico... Pues bien, retomando el hilo, unos "ciudadanos" pasaron por encima de otros ciudadanos (estos auténticos) y siguen pasando por encima nuestro. Y, por mucho que nos empeñemos en culpar a los Gobiernos nacionales, esto viene de otra parte, aunque los jefes de Gobierno tienen parte de culpa, por no plantarle cara al "Mercado".
Por lo tanto, y retomando (sieto que me voy de un lado a otro), existe una globalización para el mercado, pero no para la política. No hay lugar para los ciudadanos del mundo en nuestro mundo. Pero, ¿hasta qué punto es culpa nuestra? ¿Hasta qué punto nos dedicamos a quejarnos (y yo la primera) de cosas que no tienen tanta trascendencia? Esta pregunta es fácil de responder: porque nos importa lo que tenemos cerca, lo que nos toca de una manera directa o indirecta. Pero, muchos de nostros no sabemos que lo que está pasando por el mundo nos va a afectar de alguna manera, sobretodo en la parte económica (eso ya lo sabemos todos, me da a mí), aunque también ambiental. Y, entonces, ¿por qué no ampliamos las miras hacia lo "internacional"?
Personalmente, intentaré hacer mi aportación a través de este pequeño blog. Lo tenemos que hacer tanto por nosotros, como por todos los no ciudadanos del mundo (y no ciudadanas, que son incluso más). Si la mitad del mundo no tiene derechos civiles (los de primera generación, es decir, los primeros que surgieron históricamente y los que son necesarios para la aplicación de los siguientes), estaría bien que nosotros (nosotras) fuéramos más conscientes de nuestro papel, y pedir que otras personas se convirtieran en ciudadanos o, al menos, fueran escuchados y no tratados peor que los animales al intentar imitarnos (pensemos en la cantidad de gente que viene arriesgando su vida en pateras) o al intentar escapar de una situación que nosotr@s hemos provocado indirectamente, al permitirlo.
Lo sé, soy consciente que hay tantos problemas en el mundo que nos podríamos volver locos al intentar solucionarlos. Pero, por algo debemos empezar, y poco a poco, ir ampliando nuestro marco de actuación. Simplemente, con saber dónde están ciertos países o dando voz a diferentes conflictos, ya estaremos haciendo algo.