martes, 19 de julio de 2011

Ciudadana de un lugar llamado mundo...



Me hago eco del lema publicitario de una empresa cervecera española, espero que no me tomen por una copiadora de contenidos...


Lo cierto es que el anuncio me inspiró, aunque tenga miles de errores para mi gusto (para resumirlos, diré solamente que tendría que ser "ciudadanos de una lugar llamado mundo occidental"). Ser ciudadano/a, y además del mundo es complicado. Bueno, tanto como complicado no, pero un poco estresante y quemador de conciencias, sí. Para muestra yo, que me sentía europea, pero que cada vez siento que Europa no existe, es simplemente un continente o un mercado común, nada más.


El ciudadano (masculino genérico) es aquella persona que tiene derechos y deberes en un determinado territorio, en el caso de este artículo sería global. Lo que tendría que pasar con la globalización, en teoría. Lo cierto es que solo con el movimiento del 15 m nos hemos dado cuenta que podemos ser ciudadanos de otra manera, que debemos ser ciudadanos, con deberes. Porque los derechos los tenemos claro todos (los vamos proclamando en cualquier discusión entre amigos, pero no en los lugares que se debería), aunque con la famosa crisis internacional nos los están quitando a marchas forzadas. Pero, nosotros, ciudadanos del mundo Occidental, somos unos privilegiados... aunque tengamos muchas cosas por mejorar, en eso me imagino que estamos todos de acuerdo.


Hay millones de personas que no se pueden considerar ciudadanos, ni siquiera personas. Pensemos en la gente del cuerno de África. Mientras nosotros tiramos calabacines y demás verduras (ojo, no critico a los agricultores, a los que les pagan por debajo del coste de producirlas), hay millones de gente que van a morir en los próximos años, incluso miles de niños, por culpa de la sequía de esa zona. ¿Qué especie de ciudadanos se pueden considerar si ni siquiera tienen el derecho de sobrevivir?


Mientras tanto, aquí, en el mundo "desarrollado", todas las noticias se centran en la crisis finanaciera y económica, por culpa de los movimientos especulativos tanto de bancos, como de particulares (recordemos la burbuja inmobiliaria), de ciudadanos que buscaron únicamente el beneficio personal, llevándose por delante a otros miles de personas. Dentro de esto, he de decir, que para mí ser ciudadano/a es, sobretodo pagar los impuestos. Porque es lo mínimo que se estableció para tener un Estado moderno: todo funciona con nuestros impuestos, y es necesario que se paguen para que todo funcione, desde la policía, el tráfico... Pues bien, retomando el hilo, unos "ciudadanos" pasaron por encima de otros ciudadanos (estos auténticos) y siguen pasando por encima nuestro. Y, por mucho que nos empeñemos en culpar a los Gobiernos nacionales, esto viene de otra parte, aunque los jefes de Gobierno tienen parte de culpa, por no plantarle cara al "Mercado".


Por lo tanto, y retomando (sieto que me voy de un lado a otro), existe una globalización para el mercado, pero no para la política. No hay lugar para los ciudadanos del mundo en nuestro mundo. Pero, ¿hasta qué punto es culpa nuestra? ¿Hasta qué punto nos dedicamos a quejarnos (y yo la primera) de cosas que no tienen tanta trascendencia? Esta pregunta es fácil de responder: porque nos importa lo que tenemos cerca, lo que nos toca de una manera directa o indirecta. Pero, muchos de nostros no sabemos que lo que está pasando por el mundo nos va a afectar de alguna manera, sobretodo en la parte económica (eso ya lo sabemos todos, me da a mí), aunque también ambiental. Y, entonces, ¿por qué no ampliamos las miras hacia lo "internacional"?


Personalmente, intentaré hacer mi aportación a través de este pequeño blog. Lo tenemos que hacer tanto por nosotros, como por todos los no ciudadanos del mundo (y no ciudadanas, que son incluso más). Si la mitad del mundo no tiene derechos civiles (los de primera generación, es decir, los primeros que surgieron históricamente y los que son necesarios para la aplicación de los siguientes), estaría bien que nosotros (nosotras) fuéramos más conscientes de nuestro papel, y pedir que otras personas se convirtieran en ciudadanos o, al menos, fueran escuchados y no tratados peor que los animales al intentar imitarnos (pensemos en la cantidad de gente que viene arriesgando su vida en pateras) o al intentar escapar de una situación que nosotr@s hemos provocado indirectamente, al permitirlo.


Lo sé, soy consciente que hay tantos problemas en el mundo que nos podríamos volver locos al intentar solucionarlos. Pero, por algo debemos empezar, y poco a poco, ir ampliando nuestro marco de actuación. Simplemente, con saber dónde están ciertos países o dando voz a diferentes conflictos, ya estaremos haciendo algo.

viernes, 8 de julio de 2011

Un buen regalo

Da la casualidad que tengo que hacer un regalo a una compañera... Lo cierto es que siempre han dicho que hacerle un regalo a una chica es más fácil que a un chico, y, en cierta medida, es verdad.

De mi experiencia como regaladora de detalles, porque no tengo suficiente dinero para hacer un gran regalo, aunque lo desee con toda mi alma, ha surgido la idea de escribir este pequeño artículo, porque me imagino que las recomendaciones son generales.

Si conoces a la persona te puedes arriesgar a hacerle un regalo personal, del tipo:




  • Libro de fotos: hecho a mano o contratado con cualquiera de los servicios que ofertan todas las marcas de cámaras de fotos: hp es snapfish, por ejemplo;


  • Experiencias de riesgo o aventura: si no le gusta lanzarse al vacío, ¡no se lo compres! Lo cierto es que han surgido muchas empresas que ofertan esto, ya sean las cajas experiencia (ya sean Snapbox, planB!...) disponibles en muchos de los grandes comercios, del tipo Fnac.


  • Ropa: yo no lo recomiendo, lo más seguro porque no se me dan bien las tallas... Pero, hay camisetas básicas, del tipo kukuxumusu, o camisetas originales, que están bien por el contenido o dibujo.


  • Flores o plantas (yo soy más de que las flores vivan): ¡cuidado con los colores! No creo que la que (o el que) reciba las flores conozca todos los significados de los colores de las rosas, por ejemplo (no todo el mundo es tan... ¿original? como yo), pero nada de blancos ni rojos si no sois parejas o amigos, respectivamente. En caso de duda, multicolor. ;) También es recomendable saber el color.


  • Comida: si estás segur@ que no considerará que le estás mandando un mensaje oculto. Chocolate (ahora hacen choco mensajes), desayunos completos, tartas o ramos de chuches son los más socorridos. Si, además, lo hacemos nosotr@s mism@s mejor y más barato.


  • Experiencias: las que yo prefiero. En las citadas anteriormente como cajas de experiencias, hay que incluir, por otro lado, a empresas vía internet como Groupalia, Let's bonus... unidas todas en Clic Plan, que unifica todos los sitios que ofertan experiencias a precios más reducidos. En las cajas de experiencias es más fácil, porque puede elegir la persona, si la temática le gusta. Pero, son más caras en general que los planes de las empresas de compra colectiva.


  • Libros: si se sabe qué autor le gusta, qué libros ha leído o le gustan... Hay que escuchar los comentarios de la otra persona. Si le gusta leer, puede ser el regalo perfecto, pero cuidado con los libros demasiado grandes para personas que no tienen tiempo ni espacio (es mi caso, por mucho que me gusta leer)


  • Artículos de papelería: tipo post it, libretitas... Especialmente para las chicas. Pero, a ser posible, que sea de acompañanemiento a otro regalo, porque sino queda corto, por mucho que sean bonitos y los necesites.
  • Regalos diferentes: ¿qué son estos? Pues, mini geishas (hablo de kimmidoll), legos, llaveros originales, artículos de merchandising de los grupos o cosas que le guste a la otra persona...
  • Retrato: personalmente, me encantan, y sobretodo si tiene gustos artísticos... Además, ayudarás a los y las artistas que prestan sus servicios por las plazas de España y del mundo.


Para las personas a las que no conoces tanto... Pues, se puede recurrir a los clásicos, aunque no siempre se quede bien. Hablo, por ejemplo, de las corbatas a los hombres que no utilizan a menudo; los perfumes a las mujeres/ hombres, sin saber si le gusta floral, marino, fresco... En este caso, casi que las cajas de experiencias son un buen recurso, en el caso en que te quieras gastar cierto dinero en la persona, pero siempre quedas bien con este recurso. O, las flores o plantas, en el caso en que le guste ésto.


Pues, nada más, sé que no he hecho una gran aportación, pero puede que a alguien le sirva de algo. ¡Gracias por leerme! Que nadie se asuste de ver este artículo dentro de un blog tan de reflexión: no solo de poder y de política vive el hombre... ;)