miércoles, 31 de diciembre de 2014

Por un 2015 lleno de compromiso político

Vuelvo a escribir, después de dos meses (saltándome todas las recomendaciones de todo tipo que se dan para tener un buen blog), para desear un buen año. Esto es muy común en todas las páginas, blogs y demás medios. Pero, le añadiré el compromiso político como objetivo. 
Desde la última vez que escribí, en octubre, han pasado tantas cosas, y yo he estado tan ocupada, que ni siquiera he podido entrar en este blog. Por un lado, el aspecto positivo, hay más gente demandando cada vez más transparencia, responsabilidad y buenas prácticas en la política, hecho que no se daba con anterioridad. A recordar: la cultura política de los/as españoles/as es apática y desconfiada
Esto ha traído consigo también que Podemos y sus versiones municipales, como Ganemos, Guanyem, etc. vayan cogiendo fuerza. Una buena noticia, porque, en muchos casos, se trata de ciudadanos/as que antes no habían participado en política, pero que, visto el panorama, pensaron que era mejor hacer ellos/as mismos/as lo que sus representantes no podían. Yo sólo espero que esto traiga un cambio en la manera de ver la política y, por qué no, también en la cultura política española. 

Específicamente sobre Podemos, tengo que retractarme en lo que dije (y me encanta, por cierto): el 15-M sí que ha tenido consecuencias en la política. Muchas. Y eso me hace bailar de alegría, y llenarme de esperanza. Independientemente del programa electoral, de si estamos más o menos de acuerdo con sus postulados, o de si creemos que se pueda llevar a cabo, lo cierto es que  ha traído algo nuevo. Algo que necesitábamos: esperanza y movilización política en personas que ya no confiaban en nada. Ha tenido que venir un grupo externo a "regenerar" el sistema, a base de competencia política. Por un lado triste por los partidos "convencionales", pero por otro un alivio para muchas personas que hemos estado machacando con lo mismo todo este tiempo. 

Por ello, y sin querer enrollarme como siempre (¡propósito de año nuevo!), os deseo un 2015 lleno de movilización y compromiso político. Ojalá se multiplicaran los/as gladiadores/as políticos/as. Porque la política, aunque no lo creamos, forma parte de nosotros, como seres sociales y con derechos y obligaciones. Política eres tú. 

viernes, 10 de octubre de 2014

"El dinero: de fin a medio", de Christian Felber

La semana pasada acudí a la presentación del libro de Christian Felber, autor conocido por "La Economía del Bien Común", llamado, a forma de resumen: "El dinero:de fin a medio". Si ya habéis leído artículos dentro de este blog, ya sabréis lo interesada que estoy  en la EBC. Y, el presente libro, se centra en desarrollar la parte económica de esta teoría, muchas veces criticada por su ingenuidad o, en algunos casos, por intentar disimular los errores del capitalismo con una teoría menos ideológica que otras opciones, como el comunismo. 
Pues bien, centrándome en lo poco que se llegó a hablar sobre el tema del dinero (introdujo mucho la EBC, cosa que ya he tratado en otros artículos de este blog, invito a que miréis la etiqueta "EBC" y en "alternativas"), he de decir que, como siempre, me sorprendió. Felber, en este libro, desarrolla los conceptos de Banco del Bien Común, así como la Bolsa del Bien Común. El primero sería una modificación de los bancos tradicionales, esto es, los encargados de prestar y mantener seguro el dinero. Pero, en este caso, además de la rentabilidad o de las posibilidades de pagar un préstamos determinado, también se tendría en cuenta si el proyecto dispone de un valor mayor por sus objetivos, valoración dentro del Balance del Bien Común, consecuencias positivas en su entorno por innovación social, ecológica, etc. 
De esta manera, se conseguiría también primar a aquellos proyectos que no buscaran únicamente la rentabilidad económica como centro de su actividad, sino como un medio para realizar un servicio apto para una sociedad determinada. Aunque no lo dijera en la presentación, imagino que incorporaría también (gracias a la lectura del libro "Economía por el Bien Común") límites o modificaciones respecto a las inversiones de este banco: ni armas, ni deuda pública (con fines especulativos), ni mucho menos otras entidades con poca ética y/o que vayan en contra de los mínimos de la legislación internacional: respecto a las condiciones de trabajo, a la contaminación ambiental, a las posiciones de monopolio, etc.
Respecto al tema de la deuda pública, también habló de la importancia de preguntar a los europeos qué modelo de Banco Central queremos o preferimos: algo parecido a la Reserva Federal Americana, un nuevo modelo que compre deuda para evitar la especulación con los títulos, o incluso el actual. Lo ideal sería que se abriera el debate sobre esta institución, para que fuera aceptado y legitimado por las personas que forman parte de la Unión. 
Yendo hacia el segundo punto, la Bolsa del Bien Común, sinceramente, no lo entendí del todo bien, y por ello pido perdón a los/as lectores/as. Creo que era el complemento al Banco del Bien Común, y se aceptaban también las inversiones de capital riesgo, entendidas no tanto como aquellas que buscan la recuperación rápida de la aportación de dinero a cambio de, en muchos casos, realizar acciones por lo menos reprobables moralmente, como EREs masivos, cierre de plantas, cambio de titularidad, reducción drástica de salarios, etc. La Bolsa, según lo he entendido, es parecida a la Bolsa normal, pero reduciendo la especulación, y todo lo negativo que tiene esta institución. Se tiene como objetivo, pues, disponer de un lugar para financiar a las empresas, pero sin por ello llegar a pasar por encima de cualquiera de los otros valores o principios que la EBC dispone, esto es: participación, solidaridad, democracia, igualdad, ecología. 
Algo muy alejado de casos como el de Bankia y sus tarjetas black, entre otros muchos casos de financiación a la industria armamentística, la compra masiva de deuda pública de terceros Estados, etc. No es un hecho menor, ni mucho menos. La idea es, pues, que el dinero sea utilizado para generar valor en la sociedad, y no únicamente un valor monetario. Esto es, ser un medio para "vivir bien", como en la imagen, y no un fin por sí mismo. Gracias a este "pequeño" cambio, por lo tanto, habría una verdadera modificación de todo el sistema. 
Por supuesto, este modelo está muy bien por parte de la ciudadanía, que tendría más voz y más posibilidades de ser financiada, pero, al mismo tiempo, dispondría de mucha oposición por parte de los bancos tradicionales, perjudicados por este nuevo modelo. Como siempre, hacer una indicación: nosotros/as decidimos qué modelo queremos. Y con gestos muy simples: una compra en un comercio que acepta la esclavitud de sus trabajadores/as (mirar, por ejemplo, la lista de contratistas de los talleres de Bangladesh), que contamina como principio, que es un monopolio u oligopolio (el caso de las empresas eléctricas, e incluso de los bancos en la actualidad), etc. En el caso de los bancos: con nuestros ahorros, nóminas, pagos con tarjetas... 
Si no nos gusta su modelo, ¿por qué apoyarlos con éstos? ¿No es mejor buscar otro tipo de banca: cooperativa, ética, solidaria...? Todas éstas están incorporadas en la propuesta de Felber de la banca del Bien Común. ¿Podemos ayudar a llevar a cabo esta idea?     

lunes, 15 de septiembre de 2014

Gobierno del Bien Común y responsabilidad civil empresarial: buscando alternativas

Después del largo periodo en el que no he escrito nada de nada (las obligaciones académicas son lo que son), empiezo con varias alternativas que se han analizado con anterioridad, o que puede que haya nombrado. Dentro de nada son las elecciones municipales, con lo que hay que ir pensando en alternativas, aunque sea para demandarlas a los diferentes partidos.
Gobierno del Bien Común: lo que se busca en este modelo es, por un lado, mayor participación, para descubrir entre todos/as aquello que se puede considerar bien común, junto con una nueva gestión de los bienes comunes y relacionales –la propia Asamblea ciudadana, junto con el “control” de los Presupuestos–. La idea es dar respuesta a todos aquellos movimientos que han surgido entre 2011 a 2013 –aunque Christian Felber recoge demandas de movimientos altermundistas y la tendencia de la agrupación de economistas Attac1, anterior a estos movimientos– que tienen una “aspiración a resignificar la democracia y avanzar hacia nuevas formas de lo común2.

Para resumirlo, en este modelo se habla del municipio como un conjunto: población, bienes y representantes políticos. En la gestión diaria, se debe contar con la opinión de todos/as los/as que vivan en el municipio del que se trate, e intentar llegar a un acuerdo entre política y sociedad sobre los objetivos y los medios para conseguirlo. De ahí que exista el Balance aplicado a municipios –una modificación del Balance dedicado a empresas– que recoja todos o muchos de los puntos de la vida en común: la participación en política, la gestión compartida de los bienes municipales, el tratamiento a los/as trabajadores/as municipales –igualdad de trato, escucha de las demandas, etc.–, el pago y trato a proveedores, la elección de los mismos por criterios sociales y/o ecológicos – especialmente fomento de los negocios locales–, etc.3 Aunque no se diga directamente, está implícito la recuperación de los bienes comunales y/o la consideración como tales de los servicios municipales. Una demanda común con las reivindicaciones de los movimientos y protestas globales, que, en general, tienen una “(...) aspiración a una reapropiación del espacio urbano, una reivindicación del derecho a la ciudad, y una denuncia de la degradación de la calidad de vida y de la preponderancia de los intereses privados por encima de los comunes4.
Y es aquí donde entran los bienes relacionales y el hecho de incorporar la deliberación como uno de ellos. Este concepto puede ayudar a fundamentar también nuevos proyectos o nuevas formas de gestión compartida entre Ayuntamientos y vecinos/as o sólo de estos segundos con una legislación sobre su uso. Para el buen funcionamiento de las comunidades humanas, es básico que haya una utilización óptima de los recursos, no pensando exactamente en términos del comunitarismo –aunque también–, sino buscando una buena gestión, compartida, dialogada, de los recursos, en tiempos de sobreexplotación y limitación de los mismos.
Esta teoría considera que la participación en el municipio es importante, al igual que lo es también en la empresa, dado que ésta es uno de los principios y objetivos de la Economía del Bien Común –la EBC, o teoría que reúne los Municipios y las Empresas del Bien Común–, junto con la Transparencia, la Dignidad humana, la Solidaridad, la Sostenibilidad ecológica y la Justicia Social5, valores que podrían ser un mínimo común sin mucha discusión al respecto. La no inclusión de las personas que forman parte de una empresa, municipio o agrupación determinada es, también, un criterio negativo que resta puntos a la puntuación del Bien Común, hecho que otros sistemas de puntuación, como el de la Responsabilidad Social, no incorporan como elemento que resta, quiero decir6. También, porque tiene en cuenta la confianza como un elemento vertebrador del sistema tanto político como económico, más allá que otros indicadores, como el crecimiento económico, el nivel de pobreza, etc. Y también la felicidad. Por ello, la idea es que la participación llegue al máximo de ámbitos posibles, para que el ideal de bien común esté más cerca que si no existe una serie de preguntas sobre lo que se considera el objetivo compartido.
Lo cierto es que la deliberación no es el centro de esta teoría, pero sirve para alcanzar la meta, el Bien Común, formado por los valores que ya se han indicado como objetivos en los Balances. Pero, siguiendo con la idea de Habermas, el poder político no puede saber por sí mismo qué tipo de demandas existen, con lo que tendría que preguntar o escuchar a su ciudadanía7, representada por agrupaciones diversas o de manera individual. Teniendo claro el objetivo, después se puede discutir sobre los medios para alcanzarlo: Balances, Índices del Bien Común, Asambleas Democráticas, ayudas económicas a aquellas organizaciones que tengan mejor puntuación en los Balances, la incorporación de estos en las etiquetas para facilitar su compra por los/as consumidores/as, etc. Y, entre estos medios también está la educación, que tendría que estar más centrada en el autoconocimiento, autoestima y las habilidades de expresión de sentimientos y opiniones. Para resumir: educación emocional, ética, comunicacional, para la democracia, contacto con la naturaleza y conocimiento del cuerpo8.
Lo que se presenta es un cambio en la manera de entender la vida en común, hecho que lo une a ciertos autores comunitaristas, aunque añadiendo el aspecto económico de no competencia sino colaboración entre empresas, municipios, personas... Esto lleva a la segunda teoría, de Stefano Zamagni, sobre la responsabilidad civil de la empresa.
Responsabilidad Civil de la Empresa y el cambio de paradigma: esta teoría tiene en cuenta a la empresa como un elemento más dentro de la sociedad. Las empresas pueden modificar la manera en que se pueden relacionar con las otras y con la propia sociedad, consiguiendo una modificación de los valores que imperan en estas relaciones y, así, llegar a cambiar de forma más amplia los valores que rigen las interacciones entre la sociedad y la economía. No es suficiente que las empresas busquen la responsabilidad social, sino también la civil, como un elemento que va más allá en la conexión entre empresa y su entorno, especialmente social. Esto no significa que se haya de olvidar los aspectos recogidos en la RSE –Responsabilidad Social–, sino que hay que ir un paso más adelante.
Esta actitud de la empresa es civil dado que es “civilizadora del mercado, por ser propia de la ciudad en su conjunto y porque la sociedad civil es su clave última9. Tiene en común con la EBC, por lo tanto, el comportamiento relacional de los actores económicos, con las empresas en su centro. Si existe este tipo de bienes, que todos necesitamos y utilizamos, es necesario un papel central de la reciprocidad en la actividad de las Administraciones Públicas y de la propia sociedad civil –incorpora también el mercado como “civil”–. Es más, realizando una actuación conjunta entre estos dos ámbitos, se llegará lejos, dado que la colaboración entre estos –el linking– consigue realizar actuaciones que, por ellos/as solos no se conseguirían10. Independientemente de esto, en muchos casos este tipo de diálogos no llegan a suceder, o permanecen en un estado inicial, sin alcanzar un objetivo claro.
Por ello, la deliberación es central: sin la misma no disponemos de mecanismos –dentro del sistema representativo– para defender las instituciones económicas de las que dependemos11. Y, si finalmente elegimos la deliberación, con ella tendrían que venir otros cambios institucionales, por ejemplo, la cooperación entre todos los sectores sociales y una administración y sociedad de tipo red, no jerarquizada12. Junto con estos cambios, además de toda una serie de habilidades de diálogo ya indicadas, vendría una modificación en la idea de las funciones del mercado, incorporando los bienes gratuitos –entre ellos los relacionales– y dando una mayor importancia al capital social. Este capital consigue que se amplíe la confianza, tanto entre personas que se conocen –bonding–, como entre grupos diversos –bridging–, creando de esta manera desarrollo económico13 bien entendido. Un desarrollo que va más allá de una mejora de las cifras macroeconómicas. Va enlazado con la idea de felicidad, que une la dimensión adquisitiva –compras y ventas– y la expresiva –relacionada con la identidad, conectada con el reconocimiento de otros/as–14. No podemos vivir fuera de la sociedad, por ello, tendríamos que estar más centrados en aquello que nos une, para intentar mejorarlo en la medida de lo posible. De ahí la responsabilidad civil de la empresa, con la necesidad de centrarse en conexiones éticas y con una Economía con objetivos de satisfacción de necesidades, y no sólo económicas.
En resumen, ambas teorías afirman que la deliberación no impide el buen desarrollo económico, ni mucho menos la dificultad o el alargamiento de las decisiones políticas. Al mismo tiempo, establecen los bienes comunes y relacionales como una nueva base sobre la que construir la convivencia de los grupos sociales. Apelan, también, al carácter social de las personas, insistiendo en que exista la posibilidad de expresar las opiniones y valoraciones dentro de un ámbito político y/o económico, dado que en estas teorías la Economía está también en el ámbito comunicativo, como una proveedora de bienes y valores a la sociedad. Este nuevo espacio económico puede entender las transacciones como relaciones de reciprocidad y entre iguales, otra de las bases de un diálogo justo.
En este mismo momento, sonará como unas utopías, una detrás de otra, pero lo cierto es que la primera posición ya se está empezando a aplicar en algunos municipios de España. Respecto a Zamagni, aunque no comparta su trasfondo religioso, lo cierto es que es interesante ver a las empresas como algo más que simples transformadoras de bienes y que dan satisfacción a ciertas necesidades. Ambas son interesantes por los cambios que podemos observar en las relaciones humanas y también en las económicas, centradas normalmente en valores de racionalidad económica y de competición. 

                                 ------------------------------------------------------ 
1Página web del colectivo en España: http://www.attac.es/
2MATEOS, O., “¿Una red global de movimientos sociales? Una aproximación al ciclo de protestas 2011-2013”, en Educación Social. Revista de Intervención Socioeducativa, nº 55, 2013, p. 22.
3Para ver el Balance, acudir aquí: http://yosoytu.com/wp-content/uploads/2014/07/Matriz-EBC-municipios.pdf o mirar en los anexos.
4MATEOS, O., p. 28.
5FELBER, C., La economía del bien común, Deusto, Barcelona, 2013, p. 53.
6Para más información, está el trabajo comparativo entre RSE y EBC realizado en el presente máster, disponible libremente en: http://es.scribd.com/doc/203625576/La-Economia-del-Bien-Comun-en-perspectiva-etica-la-Asociacion-por-el-Bien-Comun-a-examen?in_collection=4415710
7HABERMAS, J., Facticidad y validez, Trotta, Madrid, 1998, p. 448.
8FELBER, C., La economía del bien común, Deusto, Barcelona, 2013, pp. 154 y ss.
9CORTINA, A., “Prólogo”, en ZAMAGNI, S., La economía del bien común, Ciudad Nueva, Madrid, 2012.
10ZAMAGNI, S., “El bien común en la sociedad posmoderna: propuestas para la acción político-económica”, en Revista Cultura económica, nº 70, dic 2007, pp. 23-43.
11Ibid., p.31.
12ZAMAGNI, S., “El bien común en la sociedad posmoderna: propuestas para la acción político-económica”, en Revista Cultura económica, nº 70, dic 2007, p. 34.
13Ibid., p. 36

14 Ibid., “¿Es posible compaginar la competitividad de la empresa con la felicidad?”, en XVI Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial (2006-2007), 16 de enero de 2007, pp. 64-74   

domingo, 13 de julio de 2014

Consumo responsable: la Certificación social participativa (CSP)

Como ya indiqué con anterioridad, el consumo es una buena arma y un buen elemento de cambio frente a las consecuencias negativas del sistema económico actual. A lo largo de los artículos, iré hablando de varias experiencias que se han ido introduciendo que pretenden modificar las reglas de juego, o que, por lo menos, no continúan las mismas de manera fija. 
La primera de ellas es la Certificación Social Participativa, una forma de certificación que pretende ir más allá de los criterios de las certificaciones tradicionales. Los autores de este sistema, por ejemplo, hablan de los inconvenientes de las segundas como un acuerdo de mínimos, con una única comprobación personal, así como más un desembolso económico que un beneficio real. Frente a éste, está la participación de los/as consumidores/as dentro de la comprobación de todos los aspectos que ellos consideran importantes, desde el propio campo.
  
- ¿Qué es?
Pues bien, la CSP por ahora se ha aplicado en el ámbito de la agricultura, donde un grupo de productores/as se reúnen y ponen en común sus saberes, sus semillas y este sistema. Además, unas normas básicas de qué se espera de su producción, sus productos, su forma de venderlos (venta directa, venta por cajas, etc), y los precios de los mismos. Estos temas vienen por acuerdo, sin ser una imposición para nadie en el grupo. Este grupo se llama ecollaures (eco agricultores).  

A partir de este momento, cada uno/a dispone de su propia producción y sus propios canales de venta, pero se puede llegar a negociar y estar todos en el mismo mercado o espacio. La idea es centrar la producción en la venta directa, para conseguir unos precios justos tanto para el productor/a como para el consumidor/a. Estos/as productores/as irán marcados con una etiqueta especial, el sello, que hace las veces de certificación "oficial". Funciona así: las siglas de la CSP y las siglas de cada uno de los productores, y después el número del año. La Certificación se renueva todos los años, coincidiendo con las visitas de los/as clientes a los campos. Éstos pueden llegar a quitar esta certificación si consideran que los criterios que creían la base de su acuerdo no se cumplen.

- ¿Por qué elegirla? 
En las visitas que he indicado con anterioridad, cada uno de los/as productores es visitado no sólo por sus consumidores potenciales (grupos de consumo, por ejemplo), sino también con todos/as los/as interesados/as por este mismo campo. Además, acude otro/a productor/a para dar su punto de vista técnico y ayudar a los/as consumidores/as a elegir y a entender conceptos que no puedan ser tan simples para alguien que no tiene mucha idea del cultivo de las verduras. Es una manera de acercarse a los campos, a la producción y a la problemática de vivir del campo en estos momentos. Y, sinceramente, después de haber acudido a una de las reuniones, sabes mucho más de lo que estás comiendo que con otra certificación que te dice que es ecológico, pero no de dónde viene, si ha utilizado transgénicos (aceptados en ciertos sellos), o si en su producción se ha utilizado mano esclava.

- Conclusiones:
Hay muchas maneras de consumir, pero las mejores son las conscientes y las críticas, donde se puede demostrar que otro tipo de economía es posible, donde te puedas informar directamente en el lugar de producción. Y donde puedas hacer preguntas y te respondan, un hecho que parece un lujo en tiempos como los actuales. 

- Para más info:
Lista de productores de la Certificación: aquí

lunes, 12 de mayo de 2014

¿Por qué votar en las elecciones europeas?

Como viene siendo tradición en este blog, hablaré sobre las razones por las que se debería votar en las elecciones europeas. Soy consciente de que la abstención será elevada, dado que vemos a Europa como una institución que sólo ha hecho que recortar. Poco queda de la Europa de los/as ciudadanos/as, si es que alguna vez lo ha sido. No pretendo ser deprimente, porque ya está el tema bastante negro como para seguir en las críticas, así que intentaré hacerte cambiar de opinión, persona que no vota por abstención crítica o no crítica; persona que vota nulo / blanco. Vamos a hacerlo esquemático. HAY QUE VOTAR PORQUE:

-  El Parlamento Europeo es el único órgano europeo que es elegido DIRECTAMENTE por la ciudadanía europea;
- Estas elecciones eligen representantes mediante un sistema proporcional, hecho que se ha demandado con anterioridad. También, la circunscripción (el ámbito territorial donde se reparten los escaños) es única e todo el territorio español;
- si se reduce la participación, el efecto proporcional se verá reducido, llegando a ser no proporcional y perdiendo así todo lo positivo que dispone;
- la mejor manera de modificar la forma en la que se toman las decisiones es vía el voto: no sólo hay bi-partidismo, sino también grupos "alternativos", como pueden ser los verdes (primavera europea), la izquierda (la Europa de los pueblos), incluso los liberales si es tu tendencia;



- las decisiones del Parlamento Europeo nos afectan en el día a día. Casi el 80% de las normas sobre consumo vienen de esta institución. El Parlamento es de donde surgen las Leyes de protección de derechos fundamentales, y uno de los pocos lugares donde se puede frenar la potencia de los lobbies, también del TTIP (tratado transatlántico de inversiones). En nuestras manos está el elegir a eurodiputados/as con fuerza de voluntad y con buenas propuestas.
- por primera vez, también a partir del Parlamento Europeo se elegirá el Presidente de la Comisión (aunque indirectamente, claro). Y, esta sí, dirige la parte económica de la Unión Europea.

- se pueden tomar como una toma de contacto o una evaluación de la situación política española. Esto es, si se vota mayoritariamente al partido de Gobierno, por ejemplo, se puede tomar como una aprobación de las medidas de ajuste;
- los países que son más "euro-fans" (y no justamente por Eurovisión) disponen de mayor peso o de mayor importancia en las instituciones europeas. Aunque, también se ha dado en el caso contrario, pero deeso mejor no hablar;
- los vídeos del Parlamento para llamar a la participación, están genial. Esto por sí mismo no vale nada, es solo una promoción. Pero, por su parte, se hace notar que se pretende que haya votos. Por lo menos se sabe que el proceso de votación es importante;

- que no votes no va a hacer que las elecciones sean nulas. Esto es, LA ABSTENCIÓN NO SIRVE DE NADA EN LA PRÁCTICA. Sí que sirve para dar un toque de efecto, titulares en todos los periódicos sobre la baja participación, pero claro, los escaños se reparten igual. Voten 100 o voten 2. Sin embargo, las personas militantes y simpatizantes de los partidos tradicionales sí que lo harán. Total: otras personas elegirán por tí.
- es de las pocas posibilidades que tenemos de participar en la Unión Europea, con lo que es bastante poco acertado (por no decir algo más) ni siquiera dar la oportunidad de cambiar las cosas...

¿Suficientes razones para votar?

viernes, 25 de abril de 2014

¿Empresarios/as?

Acercándonos a las europeas (escribiré uno de mis típicos artículos de "por qué votar en las europeas"), hablaré de la posición, otra vez contrapuesta entre trabajadores/as y empresarios/as. Un tema que parecía que se había terminado ya hace tiempo, allí por el momento del Estado de Bienestar ahora en crisis, o reconstrucción o como se quiera decir.
En el RSEncuentro, que recomiendo a todos/as mis lectores/as (ya hablo como si tuviera importancia :)), se habló de la responsabilidad social de las empresas. Ésta, la RS, si se "utilizara" bien sería un gran punto y/o apoyo para un cambio en la idea de que las empresas sólo piensan en beneficios, dejando de lado competidores/as, trabajadores/as, medio ambiente, etc. Pero, ¿qué es exactamente la RS? Pues, esta disciplina se utiliza para analizar la influencia que puede tener la empresa en sus grupos de interés o stakeholders y, gracias a esto, actuar de tal manera que la influencia negativa sea la menor posible. Pues bien, se ponen en marcha códigos internos, medidas de conciliación, se redactan memorias, etc. 
Antes he dicho que esto podría ayudar, pero en muchos casos está siendo utilizada para otros fines, especialmente para la promoción pura y dura de las actividades de la empresa, sin importar mucho si es verdad o no. De ahí es de donde deriva la falta de confianza que hay entre empresas y consumidores/as, o entre empresas y trabajadores/as y usuarios/as. Como ejemplo, las preferentes, las eléctricas, las compañías telefónicas, etc. 
De camino al día central del RSEncuentro estuve hablando con mi acompañante de viaje sobre la necesidad de la ética (¡por eso estoy en el máster en el que estoy!) especialmente en el mundo empresarial, aunque estábamos de acuerdo en que la ética en la política tampoco estaba muy presente (o olvidada, directamente). Hoy voy a hablar, a partir de esta conversación, de los/as llamados empresarios/as, aunque podría hablar casi en masculino todo el tiempo por la cantidad de hombres que hay en los puestos directivos. Mi interlocutora me decía que hay empresarios y hay sinvergüenzas, con la gran tristeza que los segundos, parece ser, son los que mayoritariamente están presentes en los medios de comunicación y en las asociaciones con más fuerza social o política o económica (añadir una "y" a todo lo anterior). Y eso no lo sigo yo, lo dicen sus propias palabras: la última que los/as trabajadores/as en paro son parásitos. Bueno, yo estoy en el paro, y no cobrando. Lo mejor es que me estoy formando, aunque, sinceramente, creo que no habrá nadie que quiera contratarme, por mucho que esté dentro de los grupos "bonificables" en la nueva Ley Laboral. No me voy a centrar en mí sino en sus declaraciones: gracias a su discurso se ha establecido una barrera entre "ellos/as" y un "nosotros/as" (depende de cómo se vea), entre "empresarios/as" y "trabajadores/as". Es sorprendente darse cuenta que las categorías que pensabas olvidadas vuelvan a aparecer con una crisis económica. Me centro otra vez: abaratamiento del despido, crítica al hecho de ser fijos en un trabajo, contratos en b mientras se paga el paro, EREs masivos, salarios muy por encima de cualquier margen para ciertos/as directivos/as y despido o reducción de los de los/as trabajadores/as. 
No sé quién lleva la comunicación de estas asociaciones patronales, pero considero que van a conseguir que se vean a sus asociados/as como monstruos, per se, independientemente de que después realicen más o menos prácticas no aceptables, no legales, y/o no morales. No voy a entrar en todas las medidas demandadas, porque considero que ver a una persona, un/a potencial candidato/a a trabajar a tu lado (abajo, en el despacho de al lado, en otro departamento) y tratarlo/a como si fuera un desecho humano desde el principio te garantiza que, primero no quiera entrar en tu empresa (con la crisis y la desesperación sí), y si entran que trabajen sin ganas. Muchas veces nos sorprendemos con la atención que nos brindan en tiendas de ropa, o comercios, o compañías telefónicas, etc. Pero, no pensamos en qué tipo de contrato o qué tratamiento tiene la persona del otro lado: ¿será que le han ofrecido un contrato por objetivos y no puede bajar de x contratos/prendas vendidas, etc? ¿será que está presionada o si no le echan del trabajo...?
Ojo, no estoy diciendo que todas las empresas sean así, gracias a empresarios/as con conciencia. Y, me imagino que tienen más interiorizados la RSE e incluso otras teorías, tal que la EBC o la economía cooperativa. Las de verdad, digo. Gracias a la obra de Domingo García-Marzá (es la Feria del Libro, ¡hay que aprovechar y hacerse con uno sobre ética empresarial!), se conoce la importancia de la confianza dentro y fuera de la empresa para realizar cambios y mejoras en este mundo que parece tan alejado de la autorrealización personal (incluso de la motivación). Y, entre esas medidas estaría bien disponer dentro de las empresas de una cultura corporativa que fomente el compañerismo y valores positivos, tal que la democracia interna, la horizontalidad (en la medida de lo posible), la igualdad de condiciones laborales, la dignidad y el respeto hacia tus compañeros/as. Pensemos que los/as llamados/as "trabajadores/as" no tienen por qué estar considerados por debajo de tí (hablo con las personas que dicen que somos parásitos, o que no se tiene la formación indicada...), sino que están a tu lado. Con empleados/as descontentos/as, las empresas no funcionan bien. Puede que económicamente, pero no socialmente y tampoco internamente. 
¿Qué hacer ante estos/as mal llamados/as empresarios/as? Especialmente, boicot económico, que es el que duele a este tipo de negocios. En un banco: retirada de dinero y de cuentas; en una tienda de ropa: no comprar directamente; en un supermercado: cambiarse a otro o comprar en el mercado central (por ejemplo); buscar cooperativas (mirar en FEVECTA la lista, por ejemplo), empresas EBC... 
Por supuesto, medidas políticas para evitar que haya una explotación o un desprecio hacia ciertos grupos de personas, y también formación, no sólo por parte de las Administraciones Públicas, sino también de las empresas. 
A los/as buenos/as empresarios/as, los de verdad, no los representados en su mayoría ni por la CEOE ni por otras agrupaciones empresariales, gracias por poner algo de cordura en este mundo loco y deprimente. Y gracias por tener valores, aún. Eso sí, haceros oír de una vez, que parece que sólo haya mala gente por el mundo...

jueves, 6 de marzo de 2014

Soberanía Alimentaria (también en el "desarrollo")

Soberanía alimentaria, ese concepto que suena tan a demandas campesinas del (mal llamado) Tercer Mundo. Pues bien, hace poco estuve en unas jornadas sobre este tema que organizaba la plataforma con el mismo nombre (Sobirania Alimentària País Valencia). Y, mira tú por dónde, es un tema no exclusivo de los
países donde la agricultura sigue siendo el modo de vida de gran parte de la población y/o de los que las reivindicaciones campesinas están unidas a las demandas de mejoras de vida, de derechos, etc.
Pero, primero, ¿qué es la soberanía alimentaria? Este concepto significa que un país consiga ser auto-suficiente en su consumo de alimentos, sin interferencias de terceros Estados. La soberanía está unida también con las semillas y variedades locales, muchas veces relacionadas tanto con la subsistencia de la población como de la idiosincracia del país. En Estados donde la alimentación no está del todo garantizada, o donde las multinacionales disponen de la gran mayoría de la tierra, la soberanía alimentaria es central. Y esto también porque estas empresas olvidan, también, las variedades a partir de las que se han (nos hemos) alimentado desde hace siglos. 
En los países "en desarrollo" (si se puede decir desarrollo a la situación actual), la soberanía alimentaria se centra en garantizar buenas condiciones a los/as productores/as de los alimentos, junto con la sostenibilidad de la tierra como centro, así como la recuperación de las semillas locales. Recordemos que hace poco se aprobó una norma a nivel europeo que permitía a las multinacionales (o a una empresa cualquiera) patentar las variedades vegetales. Me temo que no hubo mucha reacción a esta norma, excepto algunas personas más preocupadas por el tema, como organizaciones de semillas, ecologistas, etc. 
Creo que no somos conscientes de lo que puede provocar esta política: estamos dejando que se lleven el beneficio y que patenten unos/as las variedades que hemos producido entre todos/as durante milenios. Es más, en muchos casos pasará que estarán "promocionadas" las variedades más comerciales (como en la actualidad, vamos), pero las tradicionales no. Pero, lo que es peor, ningún productor podrá producir las suyas propias, continuar con productos que sean más cercanos a sus necesidades, sin tener que pasar por una empresa. En definitiva, pasarse más de dos milenios tratando con la agricultura y sus variedades para que después llegue al final del proceso alguien con intereses económicos y se lleve el "mérito" (y el beneficio, claro). 
Es por ello que también hago extensible la soberanía alimentaria a los países desarrollados. En uno de los programas de tertulias, vi que un comentario de los que participaban era que España se tenía que hacer mirar lo que le pasa teniendo en cuenta el peso de la agricultura en la economía nacional. Yo a este
comentario sólo puedo decir que gracias que tenemos una agricultura y un campo al que volver cuando el resto de sectores fallan, porque sino, estaríamos incluso peor de lo que estamos. Además, la agricultura, ganadería y demás sector primario, si se produce bien (sin químicos, o con el mínimo posible, respetando ciertos ritmos naturales de recuperación de nutrientes, etc), puede ayudar a mantener tanto el paisaje mediterráneo como la naturaleza de zonas como las dehesas extremeñas protegidas. Dejemos de hablar del sector primario como el centro de todo lo antiguo y atrasado del país y démosle la importancia que se merece. La soberanía alimentaria está de actualidad, como lo es la agricultura.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Sexualidad y rol de género

Reforma del aborto, insistencia por parte de ciertos sectores conservadores de la eliminación de la masturbación, educación sexual brillando por su ausencia, conocimiento e investigación sobre el aparato reproductivo masculino pero nada del femenino, desigualdades salariales... ¿Tiene todo una relación o es fruto de mi imaginación? 
Empecemos por el principio: desigualdad salarial, continuación de la violencia machista, menor permanencia en los puestos de trabajo y más peligro de no encontrarlo que los hombres. Muchos/as ya sabemos que en lo que respecta al mundo laboral hay diferencias, por mucho que sea en un puesto con iguales responsabilidades y conocimientos que el hombre. En este blog ya he hablado del techo de cristal, al que hay que añadir el suelo de barro, en el que estamos en la actualidad, tanto mujeres como hombres. El suelo de barro es aquella situación penosa (por sus condiciones salariales, de horas de trabajo, precariedad, falta de libertades o derechos, etc) en la que ciertas personas se encuentran, tanto en situación pública como privada, de la que no pueden salir y en la que, en muchos casos, se hunden más. 

Junto con esta desigualdad, que nadie puede responder, encontramos los referentes culturales en el aspecto: la mujer (no sé cómo ni por qué) ha de estar siempre perfecta, joven (sin arrugas), con pelo sedoso, a la moda, aceptar su papel de madre (directamente ser madre joven), y al mismo tiempo ser buena en su trabajo, claro. De ahí que los anuncios que se observan van dirigidos a nuestro tránsito intestinal, a poder dormir bien y, claro, el gran terreno de la moda y la belleza, que va subiendo sus expectativas cada vez más. 
No hablaré aquí de las Ángeles de Victoria' Secret, que ya han sido criticadas (no ellas, si no lo que representan) por las altas expectativas que generan en mujeres y jóvenes que, como yo, somos más bajas, con más talla y somos menos cercanas al ideal de belleza, por mucho que estemos más sanas y/o más satisfechas que ellas. Además, consiguen sexualizar la figura femenina. Me centraré mejor en el hecho de que, de repente, aparecieran maniquíes con abundante vello púbico en Nueva York. Mi pregunta es: ¿y a mí qué me importa si está de moda o no tener vello? Si quiero tenerlo, lo tengo. Además, este hecho siempre fue una reivindicación de grupos feministas o naturalistas. Me parece bastante preocupante que, de golpe, una empresa como American Apparel, creadora de la imagen de la mujer maniquí junto con otras muchas, le dé por hacer creer que está por la "naturalidad" de la mujer. Impresionante. 

El vello es algo que hay que eliminar, porque oscurece cierto objeto de deseo, llamada vagina y porque, mira tú qué cosas, también la industria del porno (no sé si antes o después de la de la moda y de la creación y promoción de los centros de depilación) nos indica que mejor sin pelo. Además, también está la salubridad de la zona: si hay vello, hay sudor, si hay sudor, hay olor. Y vuelvo ahora a los anuncios: la regla debe ser escondida. ¿Qué diferencia hay entre nuestros días y los de antes de la creación de compresas, tampones, etc? Nada. Claro, no voy a decir que no sean prácticos. Pero, primero son contaminantes, segundo son caros y tercero según los anuncios sólo estamos mirando y preocupándonos por cómo huele. La regla, ese proceso natural, también es creída como, casi, una enfermedad: casi que no hay que acercarse a una mujer cuando tiene la regla, no sea caso que te ataque. Y, claro, tampoco te puedes acostar con ella (con nosotras), no vaya a ser que se manche todo. Esto, por supuesto, fomentado también por nosotras mismas, que nos vamos reduciendo en estos días. 
Hablando ahora de relaciones sexuales o sensuales o afectivas, como se quiera, me centraré en la masturbación o auto placer, tanto masculino como femenino. La semana pasada me sorprendió este artículo sobre cómo reducir la masturbación y los "problemas" de la misma. La masturbación, señoras y señores, te vuelve más egoísta, anti-social y un/a depravado/a. Y todos debemos saber que ésta no es una manera de independencia o de auto satisfacción, conocimiento de tu placer, etc. sino que es provocado por: "el aburrimiento, la sensación de soledad, el miedo, el estrés y el cansancio". Siempre negativo. Y, claro esto viene por la erotización del ambiente (en eso estoy de acuerdo, pero no en que sea causa de la masturbación), por tener una mala alimentación, estar rodeado de malas compañías y no dedicarte a la filosofía, para resumirlo. Esto deja a las personas que se masturban en mala situación, ¿verdad? Creo que somos egoístas, nada comprometidos políticamente, influenciables por las modas y, además, somos una mala compañía. ¿Quién iba a decir que un acto privado te iba a causar tantos problemas? Y, si ya hablamos de masturbación femenina, los clichés son multiplicados. Ninguna joven puede admitir en público masturbarse, porque no está bien visto y, además, ¿para qué hacerlo? Eso son cosas de degenerados (masculinos). Lo cierto es que la masturbación masculina ha sido más criticada en la historia que la femenina, ya que el líquido vaginal no es: 1) ni tan importante; 2) ni sale tanta cantidad. 
Y ahora pasemos al semen. Lo sé, estoy en un blog serio y no tendría que ponerme a hablar de este tipo de cosas. Pero, todo tiene relación y os pido que sigáis leyendo. No voy a decir guarrerías, promis. Bien, el semen es el nuevo líquido del grial (o directamente el Santo Grial, si incorporamos el aparato reproductor como contenedor). Se multiplican los estudios que afirman que el semen es bueno para la piel, si se traga tiene muchas propiedades, en otros aspectos puede ayudar a la digestión... Independientemente de esto, y pudiendo tener razón (yo, sinceramente, no lo sé, con lo que no puedo juzgarlo), ¿qué pasa con los fluidos femeninos? ¿No tienen nada positivo? ¿Ni siquiera sales minerales? No, lo máximo que he leído en este tema (de manera ligera) es que hacer muchos cunnilingüis te provoca cáncer. Es una leyenda urbana, pero ahí está. De ahí que el aborto sea considerado un delito: ¿cómo puede ser posible que alguien niegue el todo santo semen? No, tiene que dar a luz al fruto de este líquido celestial, por mucho que sea una violación. El sexo oral para el hombre está más que aceptado, pero para la mujer no. El placer de uno está supeditado al placer de la otra en este caso. 
¿Cómo es posible que haya llegado desde un nivel de desigualdad de salarios a la intimidad? Ahora lo explico, no os pongáis nerviosos/as: roles de género. Los hombres serán los que dirigen la política, los asuntos públicos, los que tienen la fuerza y por ende la autoridad, son los racionales, los que proporcionan seguridad y los que buscan el éxito. Las mujeres, por su parte, son las sensibles, las madres, las que se encargan de los sentimientos, las que reducen los conflictos o negocian, su ámbito es el familiar y buscan ser queridas. A ello también "ayuda" libros como "Cásate y sé sumisa" y su versión masculina. Por ello, la mujer está para servir al hombre, no para ser su compañera de trabajo, una líder, una representante, alguien de responsabilidad, sino máximo una intermediadora y alguien reducida al cuidado. Lo sé, esto es exagerado y en muchos hogares estos roles no se cumplen (¡gracias!), pero si miramos las encuestas de distribución de las tareas en el hogar son las mujeres las que más se dedican a ello. 

Y de los roles pasamos al mundo del trabajo: ¿no es un poco extraño que los trabajos "femeninos" (cuidados en general, selección de productos y de personal en la industria, las tareas del hogar) sean peor pagados y peor vistos que los "masculinos" (dirección de empresas, cargos de responsabilidad)? Y, de aquí surge la diferencia entre capacidad y conocimiento. No me hagáis mucho caso en los nombres, porque no estoy segura que sea exactamente así, pero ahora lo explico: hay trabajos en los que las mujeres somos capaces, en relación con nuestro rol de género (cuidado, especialmente). Somos capaces por nuestra propia naturaleza (unas más que otras) y por ello no hay que pagarnos por un conocimiento adquirido. En cambio, los hombres necesitan un conocimiento (un extra) para llegar a los mismos trabajos, con lo que 1) son mejor vistos; y 2) son mejor pagados. De ahí que para llegar a puestos "masculinos", sea necesario mucho más "conocimiento", ya que, en este caso, la capacidad es la masculina y las mujeres no estamos preparadas para ello. 
Y ahora, el salto a la política, el tema de mi blog: mujeres y política. Hay menos, tanto en cargos de responsabilidad en el partido como en las bases de los partidos políticos. Además, si se observan las cifras del CIS, las mujeres tienen menor interés en la política, participan menos, aunque lo hagan vía las asociaciones, donde son mayoritarias y su labor no pagada, claro. Y, muchas de las mujeres en política, qué cosas, siguen más los principios masculinos que los femeninos, ya que para entrar en un mundo de hombres, hay que actuar como los hombres. Y esto por no hablar de los juicios que lanzan a las políticas, más centradas en su aspecto que en su gestión. Porque, ¿cuántas veces se criticó a Zapatero por cómo vestía? ¿Y a Fernández de la Vega, primera vice-presidenta de España? Y, otra vez la moda, el aspecto físico. Esta falta de presencia en política también viene de nosotras mismas, claro: nos hemos creído el papel de sumisas, que el espacio público no es el nuestro, y no es nuestro ámbito natural ni de confort. Y esto sucede también en las empresas. Pero, ¿hasta qué punto es "culpa" nuestra? ¿No es también más complicado ascender cuando no dispones de ayuda en el ámbito doméstico? ¿Hasta qué punto es la sociedad y hasta dónde somos nosotras mismas?

¿Estoy loca por relacionar tantos temas en un mismo post? Puede ser, y cada vez los escribo más y más largos. Pero, todo deriva de una misma cosa: el cuerpo como objeto y fin. Y, claro, la dominación de este cuerpo, especialmente el femenino (aunque también el masculino, ¡preocupaos!). Para terminar, os dejaré un frase de Naomi Wolf: "Una sociedad obsesionada por la delgadez de la mujer, no está preocupada por su belleza, sino por su obediencia". Obediencia que, por otro lado, también se espera de ella en temas sexuales y reproductivos. Para repensar la reforma de la Ley del Aborto, ¿no?



martes, 14 de enero de 2014

Licencias creative commons

Compartir las ideas es algo revolucionario. O eso deberíamos pensar, ¿no? Cada vez más, demandamos más información, sobre más temas, en diferentes lugares y, lo mejor de todo, al momento. De ahí el furor por Twitter, que casi que es otro medio de comunicación, o mejor, una agencia donde todos los periódicos, informativos, etc miran para informarse.
Respondiendo a esta demanda "revolucionaria" de información, se crearon las licencias Creative Commons, recogidas por varios movimientos como necesarias para conseguir un conocimiento más expandido, además d cuidar la autoría de las personas que realizaban y colgaban obras en Internet. Así, se tienen en cuenta las dos partes: la demanda de más contenidos esccritos, y el deseo de los/as autores/as de disponer de los derechos sobre sus obras, aunque estén colgadas a ojos de todos. Además, disponen de varias licencias, entre las que se incluyen la libre (sin reconocimiento del/la autor/a, con uso comercial o no...), hasta la que demanda que no haya ni uso comercial, ni recogida parcial de la obra.
No estoy segura de que esto consiga al 100% ni quitar la piratería (con la que, en muchos casos estoy a favor), ni que la autoría se consiga proteger tal y como los/as autores/as quieren. Pero, lo cierto es que esta licencia pretende y puede establecer varias categorías de derechos y de reproducción de ideas que otros sistemas no: cuando colocas una obra en Internet sin más, lo más seguro es que sea utilizada y modificada (si no cambiada del todo) por otra persona, y no podrás quejarte después con criterios (aunque sí con razón); si lo publicas vía editorial, revista, etc. no se puede reproducir o copiar si no se quiere ser multado/a.
De ahí que, por el momento, haya intentando probarlo con uno de mis trabajos. No estoy segura tampoco de si lo he hecho bien (en el sentido de si está bien subido el documento, si la licencia está activa...), pero aquí está mi pequeña aportación al mundo creative commons:


Licencia de Creative Commons
Responsabilidad (personal) política: ¿un valor abandonado? by Laura Muñoz Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://es.scribd.com/doc/197634491/responsabilidad-politica-trabajo.

Y, gracias a esto, también me hago publicidad.