jueves, 23 de agosto de 2012

#ArdeEspaña o por qué no nos rebelamos...

Durante mucho tiempo, he estado leyendo en blogs de otros compañeros, en algunas opiniones de periodistas, y en algunas editoriales nacionales e internacionales (aunque muy por encima), cómo es posible que, teniendo en cuenta todas las medidas que se han llevado a cabo y que se llevarán (no hay duda) en materia económica, la gente, l@s ciudadan@s, las masas (dependiendo de cuál sea tu preferencia) no se hayan rebelado respecto al Gobierno, al sistema, a la union Europea (ídem anterior).
En principio, iba a hablar de los incendios y de la prevención de los mismos, cuando aún había unos pocos ocurridos, y muchos apagados. Pero, el título del artículo lo dice todo. Si no me equivoco, los incendios se han repetido por todas las comunidades autónomas, incluso han llegado a Canarias. Junto con ellos, se han llevado vegetación, turismo, fauna, actividad económica idiosincrática (colmenares, extracción de resina, alquiler para caza, biomasa, turismo rural). Muchos de estos incendios se han dado por una falta de prevención de los mismos, con un abandono de los montes. Esto, unido a que cada vez hay menos ovejas y/o animales transhumantes que se coman los matorrales, y en algunas comunidades hay legislaciones que no permiten que se "limpie" de estos, se ha generado un polvorín. Por si no faltara poco, también ha ayudado las altas temperaturas y la poca humedad y lluvias de este año. Esta situación se repetirá, porque ante menos árboles, menos humedad, más calor, menos lluvias...
Y esto, ¿qué tiene que ver con el inicio del artículo? Pues bien, es justamente las medidas llevadas a cabo por el actual Gobierno (aunque iniciadas en parte por el anterior), ya sea en materia forestal (como el ejemplo), como en lo que respecta a todas las políticas públicas relacionadas con el (casi desaparecido) Estado de Bienestar. El Estado del Bienestar fue creado para que la población de los países occidentales, ante los beneficios del sistema comunista (igualdad real (en la práctica, en la pobreza), servicios varios), no intentara rebelarse en contra del sistema capitalista buscando algo parecido a lo que se hacía a unos pocos kilómetros de distancia. Es por este tema (al fin del Estado del bienestar) por lo que la población debería rebelarse contra el sistema.
¿Cuál es la realidad? Por ahora algunos conatos de toma de tierras baldías o de señoríos, mucha indignación (clamada por el hecho deque muchos (o no tantos) están de vacaciones), un posible "golpe de Estado" o reivindicación de la fuerza política de una ciudadanía que siente que la ha perdido del todo (otra vez, según las versiones). Según un curso que dí sobre este mismo tema: el  por qué no se rebela la población, mezclaban una serie de causas: los medios de comunicación que han manipulado las informaciones; la propia población, que no busca soluciones de grupo (entre otras cosas porque no hay mucho sentimiento de grupo); los partidos o los grupos de interés que fuerzan a que grupos sociales se crean enemigos unos de los otros...
Lo cierto es que mientras yo estoy escribiendo este blog, hay gente que está siendo deshauciada, o pasando hambre. Y, esta situación no puede continuar así durante mucho tiempo, la "gente" no lo va a soportar. Hay una frase que dice una familiar que podría resumirlo todo: "Los españoles (hombres y mujeres, se entiende) somos muy pacíficos y mansos, pero cuando se nos toca lo de comer, ¡que tiemble el Gobierno!". Respecto a la "toma" del Congreso, puede tomarse como algo positivo o como algo negativo. positivo puede serlo ya que la ciudadanía quiere recobrar protagonismo político (hay desconfianza, pero también esperanza). Negativo porque se puede convertir en un golpe de Estado ante un Gobierno que ha sido elegido democráticamente (aunque después haya modificado su oferta de Gobierno). Personalmente, prefiero quedarme con lo positivo.
Ante esta situación, ¿qué queda? Seguir insistiendo en los derechos de participación política. Con medios convencionales (cambiar votos, recoger firmas para iniciativas legislativas populares, manifestaciones, formando parte de asociaciones de consumidores, de defensa de la participación...), y no convencionales que serán los más numerosos, me temo. Es normal, ya que muchos de los medios convencionales no son del todo eficientes. La "toma del congreso" es una respuesta como cualquier otra, ante la falta de respuestas del sistema político. me sorprende que no se haya planteado desde el propio sistema un cambio en este aspecto (por lo menos), aunque sea por intentar solucionar una posible revolución en su contra, o un cambio en los valores de la gente que, desencantada con la democracia vira hacia otras opciones, desde el comunismo hasta los fascismos (recordemos los neonazis griegos). 
Hay maneras de hacerlo, de cambiar el sistema, pero no si no se tiene algún incentivo. Como su mejora, el hecho de que se vuelva a tener en cuenta la Política (que no los/as políticos/as), que haya de alguna forma un viraje hacia los ciudadanos europeos y no hacia sus capitales. Y, esto lo digo tanto del sistema político español como del europeo, del que dependemos.