jueves, 12 de julio de 2012

#ArdeValencia: ¿crónica de una muerte anunciada?

Este artículo tendría que haber salido hacía tiempo, pero estaba tan preocupada de todo lo que está pasando en la acualidad que los temas se me acumularon, y al final ni uno ni otro. 
Como todos ya sabréis, el incendio (los incendios) se han repetido durante este mes en la Comunitat Valenciana. Primero, empezó en Dos Aguas, después le tocó el turno a Andilla, finalmente, en Alicante. Todos ellos en zonas con bastante masa forestal, con valor económico, ya fuera ecológico simplemente, como agrícola o personal (viviendas, animales...). Pero, muchos de los daños fueron sentimentales. Se había terminado el bosque, nuestro bosque. Nuestro monte, nuestras hierbas aromáticas, nuestros animales, nuestros pinos. Y, con ellos, nuestros recuerdos, las ganas de que nuestros hijos pudieran disfrutar de ese bosque, así como otros animales, como perros, ovejas, abejas.
Hablo de crónica de una muerte anunciada porque el bosque estaba abandonado, y eso era poco. Los arbustos crecían sin más, no se permitía a las pocas ovejas que habían (hablo especialmente de la comarca de Los Serranos, la que mejor me conozco) comer y "racionalizar" un pocola cantidad de combustible de un siguiente incendio. Y, ni siquiera se pensaba en la silvicultura preventiva (de la que me encargaré en el próximo artículo), actividad que está planteada desde hacía mucho tiempo.
Durante el incendio, la actuación de los medios de extinción fue preocupante. Por un lado, los bomberos, con una reducción de efectivos (no renovación de los que se prejubilaban o jubilaban) y de medios, que según muchos llegaron tarde (¿ahora nos afectan los recortes o no?). Después, las brigadas forestales de los pueblos, que en muchos casos no se dejó entrar, al menos en un primer momento, pudiendo haber atajado mejor el fuego desde el principio. Por otro lado, la actuación de la UME (Unidad Militar de Emergencia) que se llevó la gran mayoría de críticas, junto con la Guardia Civil (que obedecían órdenes de un superior político, eso sin duda) de no permitir la ayuda de agricultores con cubas de agua, de cazadores con cuatro por cuatro, de senderistas que se conocían el terreno, de apicultores, de defensores de los animales... Esto empeoró la situación desde el principio. Además, se concentró el esfuerzo en la Serra de la Calderona (algo muy positivo, estamos de acuerdo) y en salvar a todas las urbanizaciones de Cortes de Payás y alrededores, dejando la gran mayoría del fuego prácticamente sin control. En el caso de Andilla, Alcublas, Dos Aguas... se dejó quemar, sin más. Por falta de medios, por falta de ganas, por una mala gestión del incendio, no sabría bien cómo decirlo, porque yo solo sé lo que se comentó en un asamblea en Alcublas. 
Por otro lado, está la actuación política oficial (estoy hablando de la estatal, los alcaldes poco podían hacer con la reducción generalizada de efectivos y cubas de agua en los meses de verano), que llegó tarde y no tuvo consciencia de la gravedad de los incendios hasta que no fue demasiado tarde para reducir su intensidad. Se han prometido ayudas, pero teniendo en cuenta las regiones donde hubo incendios, no llegarán o llegarán y no irán hacia los fines que se debería.  Muchos dicen que con las ayudas que pretenden dar podrían haber pagado la prevención de incendios durante 15 años, otros dicen que es demasiado poco para lo mucho que hemos perdido en el incendio. 
Otro problema es la legislación forestal: se protege el monte, pero de las personas que no se debe. No se puede cortar romero ni arbustos, no pueden pasar las obejas a pastar por el bosque, no se pueden cortas las ramas bajas de los pinos... Todo esto hace que no haya espacio para la prevención de incendios. Junto con esto, está el hecho que los medios se han reducido, tanto humanos como maquinaria. 
Frente a todo esto, se ha creado una Plataforma de afectados por los incendios, así como un grupo de voluntarios para repoblar los bosques quemados. Lo positivo de este hecho es que ahora los ayuntamientos afectados piensan en unirse, independientemente del color político, para solucionar el problemma todos juntos. Además, la población se ha organizado de manera casi automática, con lo que algo está cambiando en la cultura política tan apática de los españoles, cosa que está bien. Además, habrá una manifestación en las Torres de Serranos el 28 de julio si no estoy equivocada.
Que se haya quemado el bosque es una desgracia en todos los sentidos, os lo aseguro, pero también puede ser una oportunidad, para plantearse nuevas maneras de reanimar la vida de las comarcas del interior, de darle valor a este recurso que siempre ha estado ahí, pero que puede no estarlo en un futuro. 
Para el próximo artículo hablaré de las soluciones propuestas en Alcublas, de la silvicultura preventiva y de la fuerza y necesidad de la sociedad civil en este tipo de situaciones. Si me pongo a hablar de los recortes, puede que me cierren el blog. ¬¬
Ciudadan@, o te unes o te hunden (ahora más que nunca).