viernes, 25 de mayo de 2012

Lealtad al "jefe": ¿siempre e independientemente de las consecuencias?

Viendo las noticias sobre el Presidente del Consejo general del Poder Judicial y sobre la conveniencia o no de que las facturas de unos viajes no demasiado justificables hayan salido a la luz por medio de un "inferior" han despertado algunas preguntas y muchas críticas. ¿Es positivo que estos hechos se sepan sin intermediación del propio órgano del que surgen? ¿Es una deslealtad hablar sobre este tema por parte de los "inferiores" en el cargo? ¿Qué afecta más a la institución: que se sepan estos hechos o que se escondan y surjan de golpe después? ¿Qué es "lo" democrático? ¿Informar u obedecer?
Lo cierto es que el tema tiene cierto transfondo ético. El CGPJ es un órgano del Estado que tiene por función principal organizar y controlar a los jueces/juezas: sus ascensos, la cantidad de trabajo por sala, control de su actividad, solucionar los posibles problemas entre varias salas... Es un órgano de organización interna, y al mismo tiempo es también un órgano del Estado, ya que el poder judicial es una parte importante de la organización política. De ahí que surja la pregunta: ¿los órganos del Estado deben ser transparentes en la parte presupuestaria?
Con la nueva Ley de Transparencia y Buen Gobierno debería ser entendida como obligatoria. Pero, como en muchas ocasiones esta Ley no está del todo desarrollada y no hay un listado de (todos) los órganos con obligación o prioridad de transparencia.
Otra pregunta es: ¿valía la pena conocer estos datos o son una cuestión interna? Personalmente, y creo que es la idea de muchas otras personas, cualquier órgano del Estado o de las Comunidades Autónomas y corporaciones locales debe ser transparente y dejar ver de dónde provienen los ingresos y cuáles son los gastos, así como los salarios de sus miembros y demás partidas (contrataciones, gastos de oficina...). Esto tendría que ser incluso más prioritario si tenemos en cuenta que sus ingresos provienen del Estado, esto es, todos los ciudadanos españoles que pagan impuestos. Solo por este "detalle" las cuentas tendrían que ser públicas, no con voluntad de "fastidiar" a los miembros del mismo o de control, sino simplemente como una faceta más de la responsabilidad de los poderes públicos y de la "accountability" (o rendición de cuentas). Esta es una demanda que muchos grupos sociales han estado demandando, y como sucede en estos casos, si no se hace caso de la reivindicación, la institución cae en su valoración (ya que el conocimiento de la misma es bastante reducido), empeorando la valoración general del sistema y causando desafección hacia la política en su conjunto.
Ante esta situación: ¿cómo reaccionó este órgano? Pues siete de los 20 miembros votaron a favor de que dimitiera el vocal que denunció la situación de "ilegalidad" y cinco apoyaron a este vocal y pidieron la dimisión del presidente. Pero, la balanza se inclina hacia que se castigue al "chivato", que no cumplió con los cauces adecuados para denunciar una situación que es negativa, sobretodo teniendo en cuenta que el CGPJ forma parte del Poder Judicial (encargado de hacer cumplir la consecuencia jurídica (castigo) ante un hecho punible). Que este poder sea uno de los que incumple, queda extraño a la vista de los ciudadanos... ¿No era mejor ponerse en el lugar del ciudadano/a? ¿Por qué se defiende a alguien que está al mando pero que no hace las cosas todo lo bien que debería? ¿Solo por ser superior se tiene que callar las irregularidades? Simplemente por el hecho de que este "hecho" ha tenido transcendencia, debería haber sido tratado con una mayor importancia y haber intentado que, al menos de cara al exterior, los vocales mostrasen su desacuerdo con una mala gestión, cosa que no es punible: simplemente buscan el bien y el buen nombre de la institución. Pero, es complicado colocarse en frente del superior, tanto en estos casos como en el profesional, por ejemplo.

jueves, 3 de mayo de 2012

La responsabilidad social corporativa: ¿también en crisis?

Como todos sabéis, el sistema político o económico está formado por varios componentes. Y, como habréis comprobado, en la actualidad muchos de los esfuerzos son demandados a una parte de este sistema: los ciudadan@s que, por extensión, somos también consumidores, generamos servicios, somos demandantes de nuevas políticas o servicios, financistas con nuestros ahorros... También somos empresas, ya que la gran mayoría de la economía española está formada por pequeñas y medianas empresas.
En este artículo hablaré de la responsabilidad social corporativa, una idea que parece abandonada en la actualidad por otras como la eficiencia/eficacia, la salida de la crisis, el mantenimiento de la empresa (también muy importantes e interesantes)... Pues bien, la responsabilidad social corporativa (en adelante, RSC) intenta agregar valor añadido a una empresa gracias a elementos que no necesariamente son demandados por la sociedad o por el Gobierno del país en el que están afincadas, tienen sede, operan... La RSC se centra en el cumplimiento de las normas, claro, pero, además, se incluye otros elementos, como el fomento del asociacionismo o de la participación en su seno, los valores ambientales y/o éticos con el entorno de esta empresa... Es decir, una unión entre los elementos económicos y ambientales. Además, está el componente social, esto es, la serie de actuaciones que tienen por objetivo o fin mejorar la calidad tanto de sus trabajadores como de la comunidad donde están, esto es: fomento de la democracia, tareas de motivación a los/as trabajadores/as...
¿Cuándo surgió esta idea? Aunque siempre hubo intentos o acercamientos a alguno de los puntos de este concepto del tipo vales de comida y de diversión para los/as empleados/as, ayuda a la vivienda o facilitar la vivienda... se puede decir que se inició con todas sus características durante el siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, con la idea del Estado Social. En Europa llegó más tarde, ya cercano el siglo XXI. En algunos países, la RSC aparece como norma, como Ley, como es en Brasil.
Pues bien, ¿se puede decir que en la actualidad existe empresas que cumplan con estos requisitos? Sí. No porque la situación sea tan negativa y haya tantas actuaciones y declaraciones empresariales en contra de los derechos laborales o de otros pilares de lo que se considera básico, se puede decir que haya desaparecido toda conciencia. Las empresas que están utilizando la RSC como un pilar básico de su actuación son las empresas de la Economia Social. Lo cierto es que no se observa muchas de estas características en las grandes empresas, pero, en muchos casos, si aceptásemos que multinacionales, por ejemplo, tuvieran más poder que el Estado en el que están, incluso en aspectos sociales, también serían criticadas, como un intento de colonización. Este hecho se llama dilema de Goodpaster y Mathews. 
Volviendo a la Economía Social, decir que muchas veces se habla de esto cuando tenemos delante a asociaciones, ongs, cooperativas... Es decir, no empresas, sino entidades con características del llamado Tercer Sector, más cercanas al mundo del voluntariado. No debería ser así, ya que en muchos casos sería útil una RSC con entidad propia, para intentar mejorar la situación actual. no solo por mejorar la imagen corporativa, que es uno de los "fundamentos" de esta idea, sino simplemente, por cooperar y por estar en concordia con la sociedad. Simplemente, con intentar generar efectos externos positivos (aquellas efectos de la actividad empresarial que no son monetarios, pero que tienen incidencia en la sociedad, en este caso, positivo), el sistema mejoraría. Recordemos que, una de las ideas de la RSC es intentar una distribución equitativa de las rentas generadas. Pero, no hay que pensar que ésta sea algo negativo para la empresa, sino que también se incluye el Marketing, el mantenimiento de la empresa, su desarrollo...
Es necesario una buena combinación entre las buenas prácticas empresariales y el no intento de absorver poder, por otro lado. En momentos de crisis, surgió esta idea como un extra a la ayuda que pudieran prestar las ongs o las asociaciones de ayuda, y también el Estado. Y también se dieron cuenta de que, gracias a estas actuaciones, los empleados/as trabajaban más motivados, la empresa era mejor considerada por los/as consumidores/as...
¿Por qué se ha dejado de lado este aspecto? Y, si hay empresas que lo apliquen, ¿por qué no se hace publicidad del mismo? Si eres empresa, tienes ideas, ya la aplicas, te animo a dejar un comentario. Si eres un/a ciudadano/a con ideas, también puedes hacerlo.